ADVERTENCIA: Este es un capítulo +18, si no te gusta este tipo de contenido puedes continuar la lectura con el capítulo 25, y no te preocupes, no te perderás el hilo de la historia. Ahora, si no te molesta el contenido dusfruta de la lectura.
Nathaniel.
Sin vacilar pegué mis labios a los de ella tomándola de la cintura para que se siente a horcadas en mi regazo. Al sentirla sobre mi duro miembro quise arrancarle la ropa.
Nuestras lenguas chocaban como si de una pelea se tratara. Literalmente nos estábamos devorando la boca. Ella empezó a emitir pequeños sonidos moviéndose lentamente sobre mí. Tuve que separarla para no perder el control.
— ¿Qué pasa? — Pregunta con la respiración agitada. Tiene las mejillas rojas, los labios húmedos y el cabello un poco revuelto.
Se ve demasiado provocativa.
— No quiero perder el control Kiara.
Intento bajarla de mi regazo, pero ella me lo impide.
— Yo quiero que pierdas el control — Hace movimientos circulares sobre mí, elevando mi deseo.
Aprieto los dientes viendo como se mueve. Ese pequeño short terminará destrozado si no la detengo. Intento detenerla pero ella acelera los movimientos haciéndolo hacía adelante y hacía atrás.
Me toma de los hombros y yo bajo la mirada hacía su camisa de tirantes. Veo sus pezones que se marcan a través de su camisa, grave error, porque verlos me hizo perder la cabeza.
Tomo su cintura y acelero aún más sus movimientos. Ya no puedo más, estoy tan duro que fácilmente puedo atravesar una pared sin hacerme daño. Pero temo no poder controlarme con ella.
Suelto su cintura para poder concentrarme.
— No te quiero hacer daño Kiara.
Me dedica una mirada cargada de deseo y... ¡Demonios! Quiero desnudarla.
— No lo harás — Intenta convercerme.
— Tengo una fuerza sobrehumana, y si pierdo el control no podré medirla.
— Veamos que tan cierto es eso.
La pregunta que iba a hacerle se me queda estancada en la garganta cuendo me desabotona el pantalón y toma el indicio de mi ropa interior.
— Veamos que tan fuerte es Nathaniel Morgan.
Desliza la tela liberando el falo endurecido el cual mira con asombro.
— Es muy grande — Sonrío con su comentario.
Un pequeño suspiro de agradecimiento dejan mis labios cuando siento sus dedos acariciando el glande con delicadeza mojando la punta con gotitas de líquido predeceminal.
Deja de juguetear y lo toma entre sus manos, rodeándolo con sus pequeños dedos. No es capaz de rodearlo por completo, pero su toque se siente tan bien. Se queda así por un momento, quizás asimilando lo que intenta hacer.
De repente empieza a mover sus manos masturbándome lentamente. Se veía un poco insegura con lo que estaba haciendo, pero vaya que lo estaba disfrutando. Cierro los ojos para disfrutar la divina sensación de su mano sobre mi dureza.
De un momento a otro detiene lo que está haciendo. Abro los ojos para mirarla con extrañes. Estoy conteniendo las ganas de hacerla mía aquí mismo.
Se levanta. Supongo que se arrepintió y yo tendré que bañarme con agua fría para bajarme la calentura. Se queda de pie frente a mí sin dejar de verme a los ojos. Toma el borde de su camisa quitandosela dándome la vista prefecta de sus senos.
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Peligrosa Oscuridad
VampireOscuridad... Tan hermosa pero misteriosa, tan fría pero cálida, tan atrayente pero peligrosa... Esa fue la oscuridad que vi y me atrajo a su sangrienta sonrísa, a sus peligrosos ojos, a su oscuro ser. ¿Acaso estoy loca? No lo sé, de lo único que est...