Angel:
—Explícame qué hacemos en los invernaderos de la universidad. —Resongo intentando abrir la puerta, inútilmente.
Hemos ingresado por una entrada abandonada sobre la calle cincuenta y tres, que fue clausurada por ser escena de una masacre estudiantil por parte del estado hacia los años ochenta en uno de los tantos paros estudiantiles hechos en la universidad y que ahora que da justamente frente a los terrenos baldíos usados por las facultades de veterinaria y agronomía para mantener los establos, el ganado y los invernaderos.
—Nadie viene aquí a la media noche, necesitamos hablar. —Sentencia apagando el motor del vehículo, saliendo y rodeándolo rápidamente para dejarme salir.
—¿Y por hablar te refieres a partirme la cara? —Pregunto dejando en paz la maldita puerta.
Él suelta una risita macabra.
—No me des ideas. —Advierte. —Solo quiero hablar contigo, ya que antes no me diste la oportunidad.
—No debería dártela, así como tu tampoco se la diste a ella. —Aprieto los puños sobre mi regazo. —Tú la asesinaste. —Sé que Abril debería estar aquí para que escuche lo que este hijo de puta tiene que decir, pero no puedo, no tolero verlos juntos en un mismo espacio, así que la bloqueo de mis pensamientos, para que no pueda encontrarme.
—No lo hice. —No es capaz de verme. Mantiene la vista fija en la nada, mirando por encima del auto.
—Si, si lo hiciste y tengo pruebas. —Sentencio.
—Habla pues, Sherlock, si logras demostrarlo yo mismo me entrego a la policía.
—No confío en ti.
—Yo tampoco. Entablar amistades a través de golpizas mortales no está dentro de mis maneras favoritas de lograr un vínculo duradero. Sin embargo... —Habla y camina rápidamente a su auto sacando una grabadora. —Ten. Graba. —Me ordena y me pone el aparato prehistórico en la mano.
—¿Para qué...? —Intento preguntar porque no entiendo un carajo de lo que está pasando y él me interrumpe.
—Solo hazlo, con un demonio. —Ordena y presiono el botón rojo, empezando la grabación. —Yo, Leonard Ravens confieso haber asesinado a Abril Tod a sangre fría el 23 de abril del 2022.
Detengo la grabación.
—¿Qué estás haciendo? —Inquiero en un susurro lleno de incredulidad.
—Si logras demostrar con pruebas contundentes que fui yo quien la asesinó, tú mismo le llevarás esto a la policía y entonces tendré mi merecido.
—¿Cual es el truco, Ravens? —Inquiero de nuevo, dirigiendole una mirada llena de suspicacia y sospecha.
—Dime tu teoría y escucha lo que tengo que decir. Tienes cinco minutos. —Empieza a tomar el tiempo con su reloj de pulsera y se acomoda para escucharme.
—Abril era tu amante y era paciente de la psicóloga Sharon Martin, quien resulta ser tu esposa. Juraste pedirle el divorcio a Martin para fugarte con Abril, pero el día en que planeabas hacerlo te enteraste de que Sharon estaba embarazada. —Las palabras empiezan a atascarse en mi garganta y se me corta la voz. —Abril estaba destrozada y fue a tu oficina, dispuesta a acabar con todo. Entonces, cuando viste toda tu vida de mentira amenazada decidiste... asesinarla.
Él no dice nada.
—Me la quitaste. —Reprocho con la mandíbula apretada y limpiandome la caprichosa lágrima que se me escapa por la esquina del ojo con el dorso de la mano.
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El Cielo De Abril [TERMINADA]
Teen FictionPara Abril, ser un alma en pena no está tan mal, pues incluso estando viva era invisible. Lo que realmente la cabrea es que el único que pueda verla y que puede ayudarla a llegar a la otra vida, sea Ángel; un cabeza hueca a quién no podría importar...