Interrumpimos la programación habitual por algunos anuncios parroquiales.

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No sé porque la atarantada que está escribiendo esta historia le dio primero la palabra a Ángel para que contara su lado de la historia, es decir, este libro se llama "El cielo de Abril" ¿Verdad? La protagonista soy yo, no él. Yo soy quien está muerta y atrapada en esta especie de purgatorio mientras el señorito perfecto se esta cogiendo a medio campus mientras finge que no lo veo, así que dado que esta es mi historia, aquí les va:

Mi nombre es Abril Tod, un nombre bastante común pensarán ustedes, y si les soy sincera, lo mismo pensaba yo, hasta que morí. Y es que mi nombre en sí es un spoiler gigante tanto de mi vida, como de mi muerte. Es todo un trabalenguas, así que espero que presten atención; Nací el cinco de Abril y morí dieciocho días después de mi cumpleaños número dieciocho, en el veintitrés de Abril, justo cuando caí desde una altura de veintitrés metros de cara al suelo, como un tomate podrido.

Mi nombre fue otorgado en honor al mes de mis santos, pero lo que mis padres no sabían es que mi apellido, con sus tres letras, y que parece más bien un nombre de perro, significa muerte (literalmente) en Alemán, si no me creen pueden buscarlo. En fin, creo que sin quererlo hicieron de mi nombre una especie de maldición con la que tuve que cargar hasta que morí hace un par de días.

Aún no sé muy bien que pasó, porque creo que durante mi transición al más allá, cuando toda mi vida pasó frente a mis ojos, los cerré justo cuando tenía que ver y almacenar en mi cerebro lo que me pasó antes de morir. Genial.

He escuchado que me suicidé, que yo fui quien saltó, pero en realidad no puedo afirmarlo, porque si bien es verdad que soy un desastre andante, con nula capacidad de interacción social y una patética vida entre las sombras, nunca le habría puesto fin a mi vida a no ser que Donald Trump hubiera vuelto a ser presidente, pero creo que eso no ha sucedido hasta ahora.

En realidad no sabía que estaba muerta, hasta que... él me hizo caer en cuenta, de la peor manera posible.

Lo cierto es que muchas cosas no tienen sentido, acerca de mi vida o mi muerte, pero lo que menos tiene sentido es que desde que deje de ser invisible en sentido figurado y pase a ser invisible en sentido literal, no puedo despegarme de ese bastardo del que seguramente ya todas deben estar enamoradas. No tengo una idea de porque, y la verdad no sé si quiero averiguarlo.

Por ahora dejaré que esta niñata sabionda siga con la historia.

El Cielo De Abril  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora