Lo veo todo.
Desde su primera visión al entrar en trance, hasta este maldito beso.
Juro por el santísimo sacramento que no quiero hacerlo, quiero desaparecer, darle algo de espacio, dejar que procese todo lo sucedido y procesarlo yo también. Y casi lo logro. Hasta que regresa a casa.
Lo primero que escucho es el ruido de un motor apagándose y luego un par de murmullos. Estoy a punto de salir corriendo y atravesar la puerta para saber si está bien, si podemos hablar de ello, si podemos encontrar una solución. Sin embargo, me freno en seco al escuchar la voz de Luisa, una chica que emana una energía dulce, amable y enamorada, cuyo corazón parece salirse de su pecho en cuanto Ángel junta sus labios en un corto y casto beso mientras presencio la escena tras las cortinas de la ventana junto a la puerta.
Dura a penas un segundo, pero para mi toma una eternidad, una eternidad aterradora y desilusionante que sin saber cómo logra romper un corazón que ya no late en mil pedazos. El mio.
Antes de darme tiempo de presenciar como se la lleva a la cama, que es lo que seguro sucederá a continuación, decido que esto es suficiente, así que concentro todas mis fuerzas en salir de aquel lugar, no sé a donde ir, pero quiero que sea lejos, muy lejos de aquí.
Toda la maldita tarde estuve pensando que lo que vió le había afectado, que estaba igual de destruido, después de saber que en todas las vidas en las que hemos coincidido, algo siempre pasa al final. Pensé que... que me quería, que me quería como me quiso en sus otras vidas.
Sin embargo, al parecer lo único que sintió fue repulsión y vergüenza por coincidir conmigo en todas aquellas vidas, cuando pudo haber coincidido con alguien más, alguien como Celeste, o Luisa. Así que tomando ventaja de que en esta vida ni siquiera coincidimos, decidió celebrarlo por lo alto, llevando a casa a alguien más acorde a sus estándares, seguramente continuando con su búsqueda del mejor acostón de la historia.
Que ilusa fui.
Cierro mis ojos con fuerza igual que mis manos ahora cerradas en puños blancos y me concentro. Si él puede tener un lugar feliz, seguramente yo también lo tenga, o, ¿Lo tuve? Es injusto que él pueda seguir con su vida después de todo lo que ha pasado entre nosotros, (y no solo hablo de los hechos recientes, sino a todas las otras vidas) es injusto que para él si haya una segunda oportunidad, mientras que yo estoy condenada a vivir en un infierno sin haber tenido siquiera una oportunidad con él, o con nadie.
¿Dónde estuvo mi final feliz, mi cuento de hadas?
Cuando abro los ojos, me cuesta acostumbrarme a la oscuridad que me rodea, por un momento pienso que en mi afán de huir de casa de Ángel he quedado varada en alguna especie de limbo, pero luego de parpadear varias veces empiezo a distinguir un par de sombras y formas que se materializan frente a mi.
Estoy en una especie de habitación oscura en donde el aroma a Citronela es tan penetrante que incluso estando muerta me hace llorar los ojos. No hay nada más que una cama doble, uno que otro mueble decorativo, una ventana pequeña protegida con cortinas baratas y una pequeña puerta que parece llevar a un baño del tamaño de una uña.
¿Qué estoy haciendo en un motel?
Parece que he formulado la pregunta en voz alta y que los guionistas de mi vida deciden darle respuesta, porque, tan solo un par de segundos después, la puerta se abre de par en par y dos sombras risueñas, alcoholizadas y calientes hacen su aparición, cierran la puerta tras de sí con una patada y se abren paso a tientas por la habitación hasta llegar a la cama.
Por un momento pienso que estoy en la habitación de Ángel y que estoy a punto de verlo tener el mejor revolcón de su vida, pero me sorprendo al distinguir entre la penumbra a una chica con cabello rojo, muy parecida a mi, solo que esta se rie y se tambalea mientras se quita la ropa antes de abalanzarse sobre la otra silueta que aguarda pacientemente sentada al borde de la cama.
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El Cielo De Abril [TERMINADA]
Teen FictionPara Abril, ser un alma en pena no está tan mal, pues incluso estando viva era invisible. Lo que realmente la cabrea es que el único que pueda verla y que puede ayudarla a llegar a la otra vida, sea Ángel; un cabeza hueca a quién no podría importar...