𝑴𝒚 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈 - 𝑱𝒐𝒔𝒆𝒑𝒉 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒏

𝑮𝒂𝒏𝒂𝒔

Narra Lily:

Desperté gracias a la luz solar que entraba por las ventanas del cuarto de Joe. Abrí mis ojos lentamente y pude verlo mirándome fijamente. Sus risos desordenados y sus largas pestañas, se veía demasiado guapo y tierno a la vez.

Joseph: ¡Buenos días! - dijo con una sonrisa.

Lily: Buenos días - comencé a estirarme y él aprovecho para hacerme cosquillas en las costillas - No, no porfavor - dije riendo.

Joseph: Te ves tan hermosa durmiendo - dijo al dejar de hacerme cosquillas.

Lily: ¿Cuánto tiempo llevas observandome? - pregunté achicando los ojos de forma graciosa.

Joseph: No sé, perdí la cuenta - comenzó a depositar pequeños besos en mí cuello.

Lily: Tengo que ir a trabajar - dije al sentir sus manos subir por dentro de mí playera.

Joseph: Mmm - llevo sus besos a mis labios.

Me besaba lento, sentí un bulto en mí pierna derecha y supe de que se trataba.

Lily: Joseph.... - dije susurro casi jadeando.

Joseph: No sabes las ganas que tengo de estar contigo - acarició mí mejilla suavemente.

Lily: Todavía nos queda todo el fin de semana - dije pícara.

Joseph: Me gusta como piensas - ambos reímos.

Nos levantamos y mientras yo me dirigí al baño Joe fue a preparar el desayuno. Hizo un rico café con tostadas, él estos días no estaba yendo a la cafetería porque desayunaba aquí en su casa.

Al terminar cambié mí "pijama", el cual solo era una playera de Joe , me vestí con unos jeans y una remera, era corta pero como estoy todo el día con un delantal no se vería.

Joseph: Que lindo te queda este pantalón - me abrazo por detrás mientras yo me colocaba algo de máscara de pestañas en el espejo del baño.

Lily: ¿Te gusta? - pregunté.

Joseph: Me gustaría más verte sin el - bajo sus manos a mí abdomen.

Lily: ¡Joe! - lo regañe.

Joseph: Bien, si me gusta - depósito un beso en mí cabeza antes de separarse.

Agarramos nuestras cosas y fuimos hasta su auto, estos últimos días estuvo llevándome al trabajo porque yo tenía pánico de encontrarme con Marcus.

Nos despedimos y entré a trabajar como normalmente lo hacía, limpie unas mesas, conté el dinero de la caja, limpie los mostradores, etcétera.

Llegó Tom y se colocó a un lado mío mientras se ataba su delantal. Yo seguí atendiendo sin darle mucha importancia. Estaba limpiando una mesa cuando sentí una presencia al lado mío.

Tom: ¿Sucede algo? - preguntó rociando un paño con desinfectante.

Lily: No ¿porque lo dices?.

Tom: Tienes una actitud distinta a la última vez que te vi  ¿fue por de anoche?.

Lily: No, claro que no. Esta todo bien - afirmé.

Volví a la caja para seguir atendiendo personas. No vi ningún movimiento raro por las calles, o alguna persona que me estuviera observando así que me quede tranquila.

Escuché la puerta del local abrirse haciendo que levante mí cabeza, era él, Marcus, pero no venía solo, agarraba a una bella chica de cabello rubio de la mano. Se acercaron a la caja y él me dedico una sonrisa sinica. Sentí como lentamente mí cuerpo se paralizaba ante su presencia.