𝑹𝒆𝒆𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐

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Narra Lily:

Se escuchaban tiros y gritos mientras que yo forcejeaba con Marcus dentro de la habitación para que no me tocará. Él tenía un arma dentro de su pantalón y yo solo necesitaba llegar a ella para escapar. No sabía lo que estaba sucediendo afuera pero Joseph se encontraba en peligro y era lo único que me importaba.

Lily: ¡Ayuda! - grite desesperada al no poder sacarlo de encima mío.

Marcus: Cállate - renegó entre dientes pegándome.

Intente agarra el arma pero su mano cayó fuertemente sobre mí mejilla haciendo que quede aturdida por el golpe y pueda ganar tiempo para descargar su ira contra mí.

Un hombre entró a la habitación con la respiración agitada y sin ninguna máscara ridícula puesta.

Hombre: Jefe, tenemos un problema.

Marcus: ¿Que sucede? - lo miro mientras seguía pegándome sin control.

Hombre: Entro la policía - informó y sentí como mi corazón volvía a latir.

El hombre que se encontraba en el marco de la puerta fue interceptado por dos policías. Lo tiraron al suelo y arrestaron sus manos detrás de su espalda.

Policía: ¡Arriba las manos! - apunto a Marcus con una pistola.

Marcus: Llego tu momento - recargo su arma y apunto en mí frente.

Policía: ¡Levanta las manos!.

Marcus: No sin antes matar a esta puta.

Descargo su arma contra mí no antes de que yo lo empujara a un lado y rodará sobre la cama cayendo al piso haciendo que la bala deje un agujero en la cama.

Mí rostro estaba lleno de sangre y los policías me ayudaron a levantarme y llevarme lejos de ahí. Mis piernas parecían gelatinas y en cualquier momento caería al piso inconciente por la cantidad de golpes que había recibido.

Con mí poca visión vi llegar a dos médicos con una camilla. Me subieron y nos dirigimos a la salida, no había rastro de Joe, solo demasiada sangre por todo el lugar. No tenía idea si alguna de todas las balas que volaron en el tiroteo cayó sobre él.

Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas en un ataque de ansiedad por todo lo que estaba ocurriendo. Me subieron a la ambulancia para trasladarme a el hospital más cercano. Había un policía y una doctora a un lado mío, intente preguntarles por Joe pero no podía formular una palabra coherente.

Llegamos y bajaron gritando cosas que no escuchaba por qué tenía los oídos tapados de tanto estres. Me llevaron a un lugar y no recuerdo muy bien lo que ocurrió porque mis ojos se cerraron y mí cuerpo se relajo.

-

Luego de un tiempo el cual no recuerdo cuanto fue desperté en una camilla de hospital. Inmediatamente me levante sin importarme lo que pudiera tener y me mareé haciendo que toda la habitación diera vueltas. Me sujeté de las paredes para llegar a la puerta.

Varios doctores me miraron extraño pero yo comencé a caminar o más bien tropezar por los pasillos en busca de Joe. Llegué a recepción y le pregunté a la chica que se encontraba ahí si había algún Joseph Quinn. Fuimos interrumpidas por una enfermera que me tomo de los brazos y me quería llevar nuevamente a la habitación diciendo que podría ser perjudicial para mí.

Lily: Solo necesito verlo, porfavor - estábamos armando casi un show en medio del hospital.

Enfermera: Señorita debe volver a la habitación y descansar un rato para darle alguna noticia del paciente.

Entonces si está bien o por lo menos vivo

Lily: Estoy en perfecto estado - trataba de convencerla pero insistía.

X: Tranquila, yo me quedo con ella hasta que se calme - habló una voz masculina a mis espaldas.

Al darme la vuelta era Jean y otros hombres. Me tiré a sus brazos llorando desesperada.

Jean: Tranquila pequeña, él está bien, no te preocupes - decía acariciando mí cabello.

Lily: Todo esto es mí culpa - sollozaba en su pecho.

Jean: Nada de esto es tú culpa.

Me explico resumidamente el plan que habían armando mientras me acompañaba a la habitación.

Jean: Ahora debes descansar un rato para poder ver a Joe, pero no te preocupes que él se encuentra bien - aseguró.

Se fue y los nervios me consumían. Trate de dormir un rato para que pase el tiempo rápido y poder ver a Joe cuanto antes.

Narra Joseph:

Me dolía todo el cuerpo pero principalmente el rostro. Sentí que había muerto y revivido por alguna especie de milagro que se llaman, doctores. Gracias al cielo mi rostro no sufrió más que heridas temporales, porque si le sucedía algo grave a mí rostro no se que hubiera hecho con los trabajos a futuro que tengo.

Me habían informado que Lily se encontraba en perfecto estado y que solamente tenía unos golpes, por eso estaba en observación. Quería ir a verla y saber cómo se encontraba pero no podía moverme así que tendría que esperar.

Jean: ¿Cómo te sientes? - preguntó cerrando la puerta detrás de él.

Joseph: Adolorido - hable con sarcasmo.

Jean: Los doctores me informaron que solo te tendrás que quedar un día más y ya mañana a la tarde te podrán dar el alta.

Joseph: Esto es una tortura pero al menos Lily está bien, y eso es lo que me deja tranquilo.

Jean: Las cosas se complicaron pero el plan salió de maravilla y lograron capturar a todos los involucrados.

Joseph: Al menos está vez no la abandone ¿verdad? - sonreí.

Jean: Nunca la abandonaste Joe, solo tuvieron una discusión la cual no pudieron solucionar, pero ahora cuando ella pueda verte podrán aclarar cualquier duda.

Se quedó conmigo hablando por unas dos horas aproximadamente hasta que entró una enfermera y curo mis heridas con delicadeza.

Enfermera: Puede que las primeras curaciones duelan pero luego van a ir curando y el dolor cesando - asentí - Igual sabes que puedo curarte las heridas la veces que quieras.

Acaricio mí mano de forma coqueta y la corrí en señal de que estaba incómodo.

Joseph: Lo siento pero a unas habitaciones está mí novia esperándome - mentí aunque en parte era verdad, no tenía ojos para otra chica en este momento.

Enfermera: Oh entiendo, lo siento, no va a volver a suceder - se fue apenada.

No pasaron ni diez segundos que entró Lily en una silla de ruedas que la manejaba Jean. Se acerco con una sonrisa aunque en el rostro tenía algunos hematomas y heridas rojas.

Joseph: Lil... - me rompí en llanto al verla así y pensar que tal vez si no me hubiera ido como un cobarde nada de esto hubiera sucedido.

Lily: Joe - tomo mí mano - Tranquilo, ya estoy aquí.

Jean se fue de la habitación para darnos más privacidad y poder hablar tranquilos.

Joseph: Todo esto es mí culpa - sollozaba sintiendo como mis lágrimas caían por mis mejillas.

Lily: Tu me salvaste, no digas eso.

Se levantó con las pocas fuerzas que tenía de la silla de ruedas. Se acerco hacia mí y dejo un tierno beso en mí frente. La abrace con todas mis fuerzas para que jamás me soltara.

































No saben lo que me costó escribir este capítulo. Primero se me borró y después le estuve dando mil vueltas distintas porque nada me convencía. Que tengan linda tarde<33.

𝑴𝒚 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈  - 𝑱𝒐𝒔𝒆𝒑𝒉 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora