𝑴𝒚 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈 - 𝑱𝒐𝒔𝒆𝒑𝒉 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒏

𝑳𝒂 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂

Narra Lily:

Ambos nos levantamos de la cama y fuimos a la ducha ya que Joe dijo que tendría una sorpresa para la noche y debía estar lista antes que oscurezca.

Comenzamos a bañarnos. Él siempre fue muy atento y a la hora de ducharnos no fue distinto. Tomo mí esponja y talló mí espalda con delicadeza, luego siguió por los brazos, pecho, abdomen, y el resto del cuerpo. Mientras lavaba cada parte de mí cuerpo depositaba pequeños besos por dónde no tocaba el jabón.

Sonreí de forma tierna al verlo tan concentrado lavando mí cuero cabelludo. Sacó la punta de su lengua colocándola en su labio superior, cuando está muy enfocado en algo suele hacerlo, es tierno a mí parecer.

Antes de enjuagar mí cuerpo insistí para lavar sus bellos rulos, él acepto gustoso. La diferencia de altura se hizo notoria cuando trate de echarle shampoo, rió y me tomo de las piernas para subirme sobre él. Enganche mis piernas alrededor de su cintura y comencé a lavar su cabello. Me miraba con dulzura mientras yo continuaba con mí tarea.

Terminamos de bañarnos entre besos, risas y halagos por parte de él. Salió de la ducha primero para envolverse una toalla en la cintura y ayudarme a mí. Con delicadeza colocó la toalla y cubrió mí cuerpo, luego me extendió la mano para ayudarme a salir y que no resbalara, por suerte, el baño de mí casa tiene alfombra y ahí pudimos secarnos los pies.

Volvimos a mí cuarto nuevamente y yo comencé a buscar cosas para cambiarme mientras que él me miraba.

Lily: ¿Que me tengo que poner? - pregunté ya que no sabía si ir elegante o informal.

Joseph: No te preocupes por eso.

Lily: Como no quieres que me preocupe si es mí cumpleaños y me llevarás a un lugar sorpresa - protesté.

Joseph: Tengo algo para ti - fruncí el seño - Pero debes cerrar los ojos.

Lily: Joe...

Joseph: Prometo que será un minuto - lo mire con mala cara pero al final acepté.

Escuché algunos sonidos y cuando cesaron me indico que abra los ojos. Al ver lo que Joe tenía preparado para mí me emocioné un poco haciendo que mis ojos se cristalicen. Tenía un hermoso vestido en sus manos; largo, pegado al cuerpo, de mangas largas y cuello, con algunas piedras brillantes, color negro.

Joseph: Esto es lo que debes usar para esta noche - comentó acercándose con el vestido en sus manos.

Lily: Es precioso - miraba cada detalle y no podía creer que fuera para mí.

Joseph: Lo diseñé a tu medida, espero que te vaya bien - rió al ver mí rostro.

Lily: ¿De verdad estás haciendo todo esto por mí? - pregunté.

Joseph: Claro ¿por quién más lo haría?.

Me tiré a sus brazos sin importar que el vestido este entre nosotros.

Lily: Gracias - susurré en su oído y deje un pequeño beso en su mejilla.

Joseph: No es nada pequeña.

Me entregó el vestido y los zapatos que iban a juego. Salió de la habitación y me dejó sola para que pudiera cambiarme y ver su reacción cuando esté lista.

Se sentía extraña está sensación, tenía muchas emociones juntas y no sabía cómo debía sentirme. Con solo verme al espejo y saber que ante los ojos de Joe era "perfecta" «o al menos eso me hace sentir él», no comprendía la magnitud que tenía eso.