𝑫𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂

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Narra Joseph:

Había pasado una semana desde que Lily y yo cortamos todo tipo de relación, se sentía extraño, sentía que faltaba alguien en mí vida. Aunque me cueste admitirlo me volví muy dependiente de ella, era una de las cosas que menos quería y sucedió por accidente. Ser dependiente de una persona ya sea emocional o físicamente no es bueno para tu salud mental, lástima que me di cuenta demasiado tarde.

Me sentía perdido sin ella, faltaba algo, y su vacío no lo podría llenar nada ni nadie. Cada día que despertaba parecía un zombie y mis energías eran nulas. La relación con Jean era un asco y se me junto demasiado trabajo el cual no hacía por estar llorando en mí cama o simplemente fumando en mí balcón.

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Hoy me levanté igual que siempre, sin ganas de hacer nada, pero al mirarme al espejo vi en lo que realmente me estaba transformando y decidí que debía cambiarlo. No podía estar así y arruinar mí carrera por una chica, chica la cual rompió mí corazón y me dejo en cama por una semana.

Me bañe y arregle para salir a trabajar, hoy tendría algunas entrevistas de trabajo para nuevos proyectos y en unos días se acabarían mis "vacaciones" para empezar nuevamente a viajar por el mundo. Una vez estando en la calle respire el aire fresco y me sentí nuevamente en casa, en Londres.

Tuve que pedir un auto ya que el lugar quedaba algo lejos de donde me encontraba. El viaje fue ameno, llegamos y al bajarme pude encontrarme con un gran edificio. Me sorprendió bastante su altura pero deje de mirarlo cuando descubrí que si no me movia llegaría tarde.

Subí al elevador, piso 5 me habían indicado en el mensaje que me mandaron para la entrevista. De lo que trataba el trabajo era un casting para una película que saldría en 2024. Me pareció una buena oportunidad y fui para mostrar mí talento.

Luego de unas horas ahí adentro con otros actores y actrices me dijeron lo típico; nosotros te llamamos. Tenía fé de quedar para el personaje en el que audicioné. Me fui a casa de mí madre para pasar un rato con ella y aprovechar para despedirme.

Narra Lily:

Esta semana que no hablo con Joe fue una tortura. Lo único que hago es ir al trabajo, luego a la academia y a mí pequeña habitación de hotel que es lo único que puedo rentar por el momento. Básicamente y resumiendo vivo en automático, ya no me interesa mi aspecto, aunque para ser sincera nunca le tome mucha importancia pero ahora era peor. Cada día me siento peor conmigo misma y con mí cuerpo.

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Me desperté como todos los días a las cinco de la mañana. No podía dormir más que eso así que ya me había acostumbrado. Fui hasta mi diminuto baño para lavar mí rostro, mis dientes y hacer mis necesidades. Hoy decidí que sería un día distinto y que no podía verme tan mal cuando tengo toda una vida por delante.

Saque ropa de mí maleta que no usaba últimamente y armé un outfit bastante bonito para ir al trabajo. Hoy Tom me había invitado a una discoteca para despejar mí mente ya que me veía bastante mal últimamente. No estaba muy convencida de aceptar su invitación pero al final me convenció.

Salí de casa directo a la cafetería ya que hoy me tocaría abrirla a mí ya que hoy no tenía clases en la academia. Llegué y hoy el día estaba soleado y con una temperatura perfecta para pasear, pero lamentablemente me tocaba trabajar.

Estuve todo el día atendiendo a muchas, muchas personas. Me sorprendió demasiado la cantidad de gente que entro hoy al local, solo que nunca entro la persona que yo esperaba.

Cerré la cafetería y me fui rápidamente al hotel ya que Tom pasaría por mí en menos de una hora. Opte por usar un vestido negro, bastante corto pero me gustaba como se ajustaba a mí cuerpo. También use algo de maquillaje para verme bonita, mí plan de hoy era quitar todas mis penas en esa discoteca, y eso haría.

Un mensaje llegó a mi celular, era Tom avisando que ya había llegado. Baje rápidamente como pude ya que en el hotel no había elevador y yo estaba con unos tacones los cuales no eran difíciles de caminar pero a mí se me complicaba más de lo común.

Salí del hotel y pude ver su auto estacionado en la puerta. Abrió la puerta del carro y ahí lo vi con una linda sonrisa en su rostro.

Tom: ¡Te ves hermosa! - nos saludamos con un beso en la mejilla.

Lily: Gracias, tu también te ves muy bien - me regaló una sonrisa y arranco el auto rumbo a la discoteca.

Al llegar pude darme cuenta de que aquí ya había venido anteriormente con mí ex. La podríamos haber pasado bien si no hubiera sido porque Marcus se fue a coger con una chica al baño mientras yo lo esperaba sola en la pista de baile.

Tom fue muy caballeroso al abrirme la puerta del carro y darme la mano para que pudiera bajar. Entramos y había demasiadas personas en el lugar lo cual me sorprendió. Tom me tomo de la mano y nos adentramos entre las personas hasta quedar casi al medio de la pista.

Estábamos bastante cerca y podía sentir su respiración chocando con mí rostro. Pusieron una canción que se baila bastante pegados con tu pareja y eso hicimos. Agarró mí cintura y me pegó más contra él de tal manera que nuestros cuerpos quedarán pegados y nuestros rostros a unos pocos centímetros de distancia.

Comenzamos a bailar pero poco a poco sentía como el calor de nuestros cuerpos aumentaba y nuestra distancia se hacía más escasa. La música sonaba pero mí mente estaba en otro lado, no estaba prestando atención a absolutamente nada, solo disfrutando el momento.

Cuando termino la canción decidí ir a la barra por algo de tomar y él decidió acompañarme ya que dijo que tenía sed. Me pedí algo bastante fuerte para olvidarme de esta semana de mierda, en cambio él se pidió algo más bajo de alcohol ya que tendría que manejar y no era muy responsable de su parte estar ebrio.

Hablamos por una hora entera mientras yo sentía como el alcohol hacia efecto en mí cuerpo.

Tom: Creo que es mucho alcohol por hoy bonita - dijo quitando la copa de mis manos.

Lily: Tengo calor - no respondió absolutamente nada y se quedó callado mirándome - ¿Me quieres ayudar? - pregunté en su oído porque la música estaba demasiado fuerte.

Tom: Creo que no es apropiado - respondió nervioso.

Lily: ¿Y que crees tu que sería lo apropiado? - me acerque más a su cuerpo y acaricié su cuello - Vamos, no me vas a decir que no tienes ganas - roce intensionalmente el bulto que se había formado en sus pantalones.

Sin responder nada agarró mi muñeca y me arratro fuera del lugar. Subimos al carro y yo fui todo el viaje acariciando su pierna provocando que su respiración sea más pesada y su erección se haga más dura.

Llegamos a su departamento y ni bien cerro la puerta me subio a la encimera de la cocina y comenzó a besarme frenéticamente. Sus manos estaban descontroladas y tocaban mis piernas, caderas, muslos, e incluso fue subiendo poco a poco hasta mi pecho...


























Perdón por estar tan inactiva pero ando con poca imaginación. El próximo capítulo va a ser +18 por si no les gusta ese contenido ya están advertidos. Tengan lindo día <33.



𝑴𝒚 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈  - 𝑱𝒐𝒔𝒆𝒑𝒉 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora