𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

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Días más tarde...

Me encuentro escondido entre los arbustos del jardín, espiando por sobre las ramas y hojas que me rodean. Lo que logro observar es como Joseph y Lily juegan entretenidos con los perros.

No puedo controlar la ira que siente mí cuerpo en este momento, y las ganas que tengo de ir a matar a ese hijo de puta y por fin vivir mí historia feliz con Lily.

Estuve por días enteros aquí escondido esperando la oportunidad perfecta para por fin convencer a Lily de que conmigo tendrá todo lo que no le da su británico ridículo, pero jamás se encuentra sola. Supongo que todo esto se debe a lo que ha pasado «que a mí parecer es una estupidez a comparación con lo que yo tuve que pasar».

Intente entrar varias veces a la casa, aunque fue completamente en vano. Recorrí más de cinco países solo para poder verla y tenerla cerca un rato, pero simplemente me tengo que conformar con verla a centímetros de distancia y no poder hacer nada.

Para mí maldita suerte cada vez que los perros están cerca de los arbustos comienzan a ladrar sin parar, desconociendo mí olor. Por ello, jamás nadie se acerca, pensando que hay algún animal peligroso.

Si algún día pierdo la cabeza juro que entraré ahí y mataré a quien tenga que matar para llevarme a Lily lejos de todo y todos...


𝑴𝒚 𝑫𝒂𝒓𝒍𝒊𝒏𝒈  - 𝑱𝒐𝒔𝒆𝒑𝒉 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora