Salí de la escuela dejando a mi mellizo atrás. Tenia mis calificaciones listas y el dinero también, había estado ahorrando sin parar cada centavo, trabajando como niñera de todos mis vecinos por meses, incluso paseando perros por las mañanas antes de ir a la escuela. Tarde en hacerlo, pero al final de mes termine reuniendo 2324 dólares que ahora irían directamente al fondo de mi auto. Y con las tres A ese sueño era totalmente posible. Al llegar con papá subí sin demora en la parte trasera inclinándome hacia adelante para poder besar su mejilla.
— ¿Y?
— Aquí están papá. – Entre las hojas con mis calificaciones. – tres A+ y 2000 dólares listos.
— Muy bien hecho linda ¿Y tu hermano?
— Aun adentro.
Mi teléfono comenzó a sonar. Un mensaje por parte de Dave quien confirmaba nuestra salida al lago. Mordí mi labio inferior antes de chillar toda emocionada, ganándome una mirada por parte de mi padre, solo le sonreí centrándome en mi teléfono para poder responderle. Sam llego corriendo al auto emocionado, prácticamente pego las hojas en el rostro de mi padre, no entiendo como logro salirse con la suya después de lo que hizo ahí dentro, una cosa es ser una bestia que con suerte sabe atar sus tenis, pero ¿Vender las reliquias familiares? Eso es demasiado. Papá comenzó a conducir, abrí los ojos de par en par al ver la tienda de Porsche a la que se estaba dirigiendo.
— Les tengo una sorpresa hijos. – Mordí mi labio inferior ante la emoción.
— ¿Qué clase de sorpresa?
— Ah una pequeña sorpresa linda.
— No, no, no papá ¿No estas jugando? – Cuestiono Sam.
— Si estoy jugando, no les daré un Porsche. – Y toda la emoción que sentía, puf se desvaneció ante la mala broma de nuestro padre.
— No es gracioso papá.
— Para mi si lo es.
Rodé los ojos molesta, me había ilusionado con un lindo auto nuevo. Papá continúo conduciendo hasta llegar a una concesionaria de autos usados. Aunque más que eso parecía un deposito de chatarra con autos tan feos que daban lastima. Papá aparco el auto en un costado y con ayuda de Sam salte afuera, de mala gana comenzamos a avanzar viendo la poca variedad que había dentro de ese lugar. Gire la vista al notar esas pobres avestruces revoloteando en ese espacio tan pequeño.
— Papá ¿En serio aquí? ¿Qué es esto? – Cuestione de mala gana.
— Dijiste medio auto, no la mitad de esto. – Me apoyo mi hermano.
— A su edad hubiera querido cuatro ruedas y un motor.
— Papá ¿Sabes que es una virgen cuarentona? Pues así. – Dije apuntando el auto que estaba a su lado. – Así me veré yo y tengo 16.
— Sin sacrificio...
— No hay victoria. Ya se el refrán Witwicky.
— Caballeros y señorita. Bobby Bolivia, como el país, pero sin las ruinas. – Dijo un hombre de color mientras saludaba a papá y Sam. - ¿Puedo ayudarlos?
— Es que mi hijo y mi niña quieren comprar su primer auto.
— ¿Y vienen conmigo?
— No tenemos opción. – Mencionamos juntos.
— Eso me hace de la familia, seré su tío Bobby B. – Alce las cejas antes de darme la media vuelta. – Sam, la puerta de la libertad, es el motor de uno de estos autos. Les diré algo, uno no elije al auto. El auto nos elije a nosotros. La maquina y el hombre tienen un mítico lazo, yo soy muchas cosas, pero no soy mentiroso. Y menos frente a mi mami. – Gire la vista. Solté una risa al ver el gesto que la señora hacía. – oh si tuviera una piedra... vengan... aquí encontraran lo que necesiten.
— Papá este me gusta. – Dije mientras pasaba mis dedos por un Pontiac Solstice. Estaba ligeramente abollado, pero me quedan 300 dólares para poder repararlo. Sam por su parte estaba centrado en un lindo Camaro amarillo. Abrí la puerta subiéndome al interior del auto con ambas manos apoyadas en el volante, apenas lo hice sentí un escalofrío agradable recorrer toda mi espalda. – Lo quiero.
— Que rayos, no había visto estos autos ¡Manny! ¿Qué es esto? Estos autos, ven a verlos.
— ¡No lo se jefe! No lo conocía.
— ¿Cuánto?
— Bueno estos semi clásicos, son una maravilla, con esa carrocería y la pintura...
— La pintura esta opaca.
— Y este esta abollado. – Grite desde el interior.
— Pero de primera. – Rodé los ojos molesta. – cinco grandes por cada uno.
— No pagare más de cuatro. Lo siento Bobby.
— Niños bajen de los autos.
— No, los autos nos elijen ¿Se le olvido?
— Si, pero este eligió a unos de padre tacaño. – de malas baje del auto, mantuve mis manos sobre este mientras susurraba que si o si sería mío. De la nada todos los vidrios de los demás autos estallaron, me arroje al suelo cubriéndome la cabeza con ambas manos para evitar que me saltaran vidrios en la cara. Alce la vista encontrándome con el rostro de mi padre. Asentí con un movimiento de cabeza indicándole que estaba bien. – C...cuatro mil.
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Witwicky Twins
Fanfiction¿Eres fan de transformers? ¿Puedes verla una y otra vez? ¿Lloras cada que le pasa algo malo a Bumblebee? ¿Te sigue doliendo la muerte de todos los personajes? Pues bienvenidos a este nuevo FanFic. Todos los personajes pertenecen a Transformers. A...