Witwicky Twins

XI

Tomamos las esposas de todos esos hombres para atarlos a todos juntos a un poste, teníamos que escapar ya y alejarnos lo más pronto posible de todos ellos. Gire la vista hacia Mikaela curvando mis labios en una sonrisa al ver lo que estaba haciendo, aunque la sonrisa no duro demasiado pues ver a ese hombre en ropa interior no era nada agradable de ver, pase frente a él haciendo un gesto como si fuera a vomitar. Gire la vista al ver a más autos acercarse, helicópteros y más. nos pusimos tras nuestros nuevos amigos para protegernos, después de todo ellos son mucho más grandes. No se que hizo Iron Hide pero sea lo que sea logro detener un momento a todos esos agentes, teníamos una posibilidad de escapar. Los demás se convirtieron mientras que nosotros nos quedamos junto a Optimus lo suficientemente alejados.

— Suban los tres. – Ordeno este. Sin más salte subiendo a una de sus manos.

— Sami sujétate. – Grito Sam. Solo asentí mientras me aferraba a Optimus.

Alce la vista al ver ese helicóptero justo sobre nosotros listo para atacar a Optimus. Sin más comenzó a correr abriéndose paso por entre los vehículos civiles, estaban cerca y sentía como mi corazón latía con mucha más prisa. Suspire algo más aliviada al sacarnos a esto de encima, por ahora teníamos una ligera ventana de tiempo. Optimus escalo bajo un puente intentando pasar de ser percibido aun cuando las naves pasaban bajo nosotros, resbale de su hombro, quede enganchada de mi pie antes de resbalarme nuevamente, intente agarrarme de lo que fuera.

— ¡Sami! – Grito Sam, observe hacia abajo.

— ¡Sujétate Sami! – Grito Optimus quien se columpio, no fue suficiente, de todas formas, terminé cayendo junto con Sam, agradecí el ser atrapada por Bee.

— ¡No! – Grite al ver las intenciones de esos hombres. Bee se puso frente a nosotros recibiendo el tiro de un arpón directo en una de sus manos. – ¡Esperen!

— ¡Deténganse! – Un segundo helicóptero apareció disparándole nuevamente a nuestro amigo que ahora luchaba en el suelo intentando librarse. Las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos al ver la crueldad con la que lo estaban tratando, el no merecía eso. - ¡No! ¡Alto!

— ¡Basta! P...por favor déjenlo. – Alce las manos intentando evitar que se acercaran a él. –

— ¡Al suelo! – Aquellos hombres nos apuntaron con sus armas. Con los ojos llenos de lagrimas me puse de rodillas para terminar nuevamente esposada. –

— ¡No se defiende! – Grito mi hermano.

— ¡No le hagan daño! – Golpee con fuerza la pierna del hombre que me estaba jalando. Sin sacrificio no hay victoria. Comencé a correr sin importarme nada, quería ayudar a Bee, quede tumbada en el suelo boca abajo luego de recibir un golpe en la frente. – Y...ya déjenlo.

— ¡Sami! – Escuche el grito de mi hermano mismo que llego a mi lado, comenzó a rosear a esos sujetos con ese líquido. Cayo a mi lado al ser tumbado. Nos pusieron nuevamente de pie para llevarnos a uno de los autos. Al pasar por al lado de ese idiota lo mire con desprecio y asco.

— ¿Les da gusto verme?

— Lastimaron a mi hermana... se van a arrepentir. – Aprete los dientes, no quería llorar, pero ver a si a Bee me rompía el corazón y se que a mi hermano también. Apenas llego a mi lado se apoyo contra mí. - ¿Estas bien?

— S...si. Estoy bien.

No tenia ni la menor idea de lo que pasaría ahora, pero de algo estaba segura. Nuestra vida jamás volvería a ser la misma desde ahora. estábamos metidos hasta el fondo en algo completamente nuevo y extraño. Sentía que la cabeza me daba vueltas, aunque con el golpe que recibí no era para menos. Mikaela había logrado librarse nuevamente de las esposas y con cuidado de que no la vieran limpio la sangre en mi frente, le dedique una amplia sonrisa antes de recargar mi cabeza contra el hombro de mi mellizo. Termine por quedarme dormida debido al cansancio, no tenia energías para nada más y solo quería descansar. 

¡Como cada domingo llega un nuevo episodio!

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