Witwicky Twins

T2: II

Bonita forma de despedirnos de casa, los restos de mi cama estaban repartidos por el jardín y no se si mis cosas estarán intactas, bueno no es como si lo que deje servía de algo, pero eran mis recuerdos y no merecían ser destruidos por esos malditos pedazos de chatarra, pero bueno servirá para la amada remodelación que quería mamá. Me fui al interior de la casa para poder recoger la esquirla, luego de que Sam me contará en un rápido resumen como había pasado eso, había que hacerlo antes de que la policía o los bomberos la vieran. Sam tuvo la misma idea, con un pequeño frasco guardo esta para ponerla a salvo. nos fuimos afuera encontrándonos con Mikaela.

— ¿Qué paso?

— Ten, guarda esto en tu bolso. Debes ponerlo en un lugar seguro.

— ¡Sam Witwicky! Podemos hablar... tiene que irse, no viviré con un robot extraterrestre en la cochera. Lo mismo para ti jovencita.

— Descuida mamá, Jazz ya se fue con Optimus. Así que no va a causarte problemas. – Me encogí de hombros antes de ir con ella para ayudarla a recoger las cosas de la sala.

Tome mi mochila ya no tenia nada más que llevar. Quería llegar pronto y comenzar mi vida de adulta, ser independiente y arreglármelas por mi cuenta. Sin problemas de robot, ni asesinos. Solo ser una chica normal y ya, con problemas de estudiante, solo quería una vida tranquila y sin complicaciones. Avance hacia el auto dejando mi mochila en la parte trasera mientras veía con atención la escena de mi hermano y Mikaela. Recibí un mensaje por parte de Lennox, finalmente tenia una respuesta por parte del guapo soldado. Alce la mano para terminar despidiéndome de Mikaela.

Después de horas de viaje finalmente llegamos a la universidad, me dolía el trasero por ir tanto tiempo sentada. Me estire un poco antes de bajarme del vehículo viendo maravillada ese lugar, era enorme y el edificio principal era increíble. Ya muero por comenzar mis clases. Tome mi teléfono tomándome una fotografía para poder enviarse a Lennox y mostrarle el lugar en donde pasaría los próximos cinco años de mi vida.

— Ay mira Ron, mira que lugar. Ya me siento más inteligente. – Dijo mamá. Deje salir una risa mientras bajaba mi mochila y uno de mis bolsos. – Ron ¿Puedes olerlo?

— Huelo a 80000 dólares al año.

— Hablo el tacaño.

— Hijos adelántense, vayan a sus habitaciones, yo llevo todo.

— Vamos Sami. – Asentí con un movimiento de cabeza antes de comenzar a seguir a mi hermano.

Nos había tocado en el mismo edificio, algo raro pues no tenia idea que ahora las habitaciones eran mixtas. Supongo que las cosas cambian, más modernidad, curve mis labios en una sonrisa antes de ingresar a mi cuarto junto al de mi mellizo. Las cosas no podrían ser tan malas, tendría a mi hermano cerca en caso de cualquier cosa. Al entrar torcí ligeramente mis labios en una mueca al ver un par de chicas tendidas en una de las camas, solo negué para mi misma antes de dejar las cosas sobre la cama.

— Hola. – Dijo una de ellas. – Debes ser Samantha ¿No?

— Hola. Así es... Sami para abreviar.

— Soy Alice y ella es mi amiga Cloe.

— Un placer...

— Pregunta importante. – Menciono Cloe. - ¿Novio?

— Mh digamos que salgo con alguien.

— Cuéntanos. – Dijo Alice antes de cerrar la puerta y obligarme a sentarme en la cama. – nombre, profesión, edad. Todo.

— ¿Tengo que contarles?

— Obviamente, vamos a pasar el resto del año juntas. Seremos amigas.

— Se llama William, es soldado.

— ¿es guapo? – cuestiono Cloe.

— Muy guapo. – Tome mi teléfono para poder mostrarles una fotografía.

Mi compañeras eran unas personas agradables y teníamos bastante en común, ni siquiera tuve que preguntarlo, me bastaba con ver los posters en la pared de una de mis bandas favoritas y disfrutábamos de las mismas comidas. Creo que empecé bien, espero que a mi hermano le este resultando de la misma forma. Abrí la puerta al escuchar la voz de mis padres, papá venia completamente cargado con mis cosas y las de mi hermano, esboce una sonrisa antes de tomarlas y claro presentarle a mis nuevas amigas. Salí con ellos ayudándole a cargar las cosas hacia la habitación de mi mellizo con el que nos cruzamos en el pasillo.

— ¿Dormitorios mixtos? – Cuestiono papá.

— ¿Qué tal tus compañeras?

— Increíbles.

— Que suerte la tuya. – Sam rodo los ojos. - Les presentare a mis compañeros. – Dijo Sam antes de llevarnos a su cuarto. – son algo genial. El es Leo.

— Su hijo es un gran chico señora. – Hice una mueca al sentir su mirada. - ¿Ella es tu novia?

— Soy su hermana menor, idiota.

— Que linda eres...

— Olvídalo. – Dije antes de girar hacia mis padres. – mamá ¿Qué estas comiendo?

— Los compre en la venta de repostería en pro del ambiente.

— Mamá ¿Cuántos te comiste? 

¡Hola! 

Aquí esta el segundo capítulo de la segunda parte. 

Les tengo una pregunta. 

¿Quieren que escriba sobre la tercera película? Porque ya tengo en mente una idea de como hacerlo para meter a Sami dentro de la historia. Así que díganme si quieren que también haga la tercera parte para comenzar a escribirla.

Y dentro de esta temporada ella tendrá el cabello corto y un look más atrevido. 

Disfruten, no olviden votar y comentar. 

Nos vemos el miércoles para la tercera parte de VIRUS y el jueves para la tercera parte temporada dos de los hermanos Witwicky.