Witwicky Twins

T4: I

¡Advertencia!

No me hago responsable de traumas. 

Mientras leen les recomiendo escuchar la canción Say you won't let go de James Arthur.
https://www.tiktok.com/t/ZM2qP584v/
Vean ese video para que sufran más.

Mi vida ha estado estable desde lo ocurrido en Chicago, la ciudad había quedado aislada por completo por el ejército quienes se han encargado de retirar los restos de los Decepticons destruidos, el cuerpo de los caídos ahora no son más que chatarra y eso incluye a Wheel Jack que ahora descansa. Además de los civiles que habían sido asesinados, la lista era larga, superaba los miles. Cientos de familias destruidas en el proceso, el país estaba de luto por las vidas de los caídos, tanto de civiles, como de soldados que habían peleado hasta su último aliento por salvar la ciudad.

Ahora esta estaba nuevamente reparada y todos los daños habían quedado como un mal recuerdo en la memoria de los que vivieron ese evento y me incluyo. Fui una de las víctimas, pero logré salir ilesa. Bueno, casi. Aún quedan cicatrices en mi mente y ni hablar de las físicas que están en cada parte de mi piel. Los Decepticons que lograron escapar están siendo casados y puestos bajo custodia en cárceles de máxima seguridad adaptadas para encerrarlos. Privados de libertad y cualquier tipo de perdón. Después de todo son responsables de miles de muertes de miles de personas inocentes.

Junto a William pasamos nuestra luna de miel en Hawái, si algo bastante cliché. Pues la mayoría de las parejas de recién casados terminan en ese lugar, pero siempre habíamos hablado de ir a ese paraíso. Esas playas de arenas blancas, el sol y las aguas cristalinas eran el mejor panorama para ambos y a quien engaño, ver a William con poca ropa era uno de los mayores deleites para la vista y el sabia bien que me gustaba pues se aseguraba se cruzarse frente a mi semi desnudo cada que tenia oportunidad, tan solo para molestarme y si que lograba molestarme. Estar en ese lugar me hizo darme cuenta de lo afortunada que era y en lo estúpida que había sido al alejarme de su lado por tanto tiempo y en como me hubiera arrepentido por el resto de mi vida si lo dejaba ir de mi lado.

Encontré un trabajo cerca de nuestro hogar, una clínica pequeña, pero perfecta para mí. Lennox y yo hemos estado bien hasta ahora, él ha sabido dividir bien su tiempo entre el trabajo y nuestra relación, después de todo estamos casados y con planes de formar una familia. Lleve una mano a mi vientre, aquel bebé que comenzaba a crecer en mi interior, tenía apenas cuatro semanas y estaba lista para darle la noticia a William cuando regresara.

Había estado planeando la forma de decírselo para sorprenderlo, sabia bien que le iba a gustar la noticia, más porque había estado insistiendo en eso durante demasiado tiempo y bueno yo también. En mis planes estaba el formar una familia con él. Una caja de regalo con todo lo necesario para darle la sorpresa, la prueba de embarazo positiva y mi primera ecografía donde apenas se distinguía que había algo, pero ahí en esa imagen estaba nuestro bebé, además de algo de ropa, unos zapatitos y un conjunto, listos para que el los viera al llegar.

Pero mis planes se verían abruptamente interrumpidos, jamás se me paso por la cabeza que nosotros estaríamos en el foco del gobierno como un posible peligro. Todo a mi alrededor se volvió caos, el crujir de la madera debido a esa repentina explosión que logró hacer que mi corazón comenzara a latir a toda prisa una vez más, todo el pánico por las cosas que había pasado antes estaban regresando a mi mente como olas. pero ahora ya no eran sueños, era completamente real. Los escombros de la casa comenzaban a acumularse sobre mí, cubría a duras penas mi vientre evitado que algo le ocurriera a mi bebé.

— ¡Sami! – Escuche la voz de Optimus a lo lejos. - ¿Dónde estás Sami? – Como pude alce la mano, moviendo las tablas que estaban sobre mí y no paso mucho para que el me sacara de entre los escombros. – hay que irnos, nos están atacando.

— ¡Váyanse! – Le grite a los Autobots. - ¡Ya!

— Vete con Mirage, Sami. – Los demás Autobots comenzaron a escapar mientras Optimus disparaba a los vehículos militares destruyendo estos para una ligera ventaja. Me quede estática antes de correr hacia Dino que tenía la puerta abierta para mí.

Entre lágrimas veía como mi casa, mi hogar y mis recuerdos ahora se reducían en un montón de escombros. No comprendía nada, ellos deberían tener claro que este es el hogar de Lennox, nos atacaron sin aviso previo, sin haber provocado nada. Estábamos en paz. Llegamos al bosque, cerca de la montaña lo suficientemente alejados de los que nos estaban siguiendo. Baje del vehículo al sentir un pequeño dolor en la zona baja de mi vientre. Pero eso podía aguantar, ahora lo importante era saber la razón por la que habían destruido mi casa.

Quería llamar a Lennox y contarle lo que había pasado en nuestro hogar, que estaba bien, que en ese momento lo necesitaba más que nunca. Pero eso quedo en una intención y nada más. Me quede en blanco por unos minutos viendo hacia la nada, las lágrimas se acumulaban en mis ojos, no tardaron en comenzar a caer rodando por mis mejillas ante la atenta mirada de mis amigos, mientras yo negaba repetidas veces, no era cierto, las manos no dejaban de temblarme, el teléfono en mis manos termino por caer al suelo. Negué un par de veces sin poder creer lo que había visto. Era una broma o una simple equivocación.

Un grito desgarrador escapo de mi boca ante la rabia y el dolor que comenzaba a sentir en ese momento, más por esa llamada que había recibido por parte de Carly que termino por destruir mi corazón en miles de pedazos. Jamás podría recuperarme de eso. Caí de rodillas mientras los gritos continuaban saliendo de mi boca gritando una y otra vez su nombre y los miles de recuerdos comenzaban a llegar a mi mente, nuestra última conversación, nuestras llamadas y aventuras. Sam había sido asesinado cruelmente luego de lanzarse sobre unos soldados para defender a Bee. Mi mundo se estaba fracturando en miles de pedazos que no podrían volver a unirse. Mi hermano había caído. Mi vida no volvería a ser la misma después de eso. Me habían robado una parte de mi vida, me habían arrebatado a Sam de mí lado y yo no estaba ahí para verlo.

— ¡Sam! – Volví a gritar con rabia sin poder creer que el ya no estuviera. - ¡Sam!

Optimus le ordeno a los Autobots ocultarse, tenían que mantenerse bajo las sombras para evitar ser cazados y encontrar una forma de dejar el planeta si era posible. Y así lo habían hecho, ahora estaban ocultos, cambiando de ciudad a diario para evitar ser atrapados por ese grupo de soldados. Yo por mi parte había intentado retomar mi vida normal, aunque fue porque Optimus me pidió que no me involucrara en esto. Pero ya era tarde, no tenía vuelta atrás. Yo estaba nuevamente involucrada y ahora era personal. Mi casa, mi vida entera había sido destruida en cuestión de minutos. 

¡Bueno!

Ya llegó el primer capítulo de esta cuarta parte. Que conste en todos y todas que ustedes lo pidieron y yo como buena que soy les cumplí. 

Espero que sufran leyendo como yo sufrí escribiendo esto. 

Como siempre gracias y no olviden votar y comentar que les pareció este primer capítulo. 

Nos vemos el domingo para un nuevo episodio de Witwicky Twins.