Witwicky Twins

T2: VIII

Me incline para poder cubrir mi cabeza con ambas manos ante ese árbol que salió de la nada golpeando con fuerza nuestro escondite. Maldito Starscream. Más de ellos comenzaron a llegar golpeando a nuestro amigo desde todas direcciones. Junto a Sam comenzamos a correr nuevamente evitando a Starscream que corría tras nosotros listo para atraparnos. Nos había estado persiguiendo desde hace mucho y ya no quería seguir así.

— Hay otra fuente de energón oculta en este planeta. Los chicos pueden conducirnos a ella. – Dijo este antes de patear con fuerza el rostro de Optimus.

— ¡Optimus! – Grite con fuerza. Las lágrimas nuevamente comenzaban a acumularse. Nuestro amigo estaba siendo golpeado brutalmente desde todas direcciones. Salió volando por los aires cayendo tan solo a un par de metros de nosotros. Aprete los dientes mientras nuestros ojos se unían.

— No vale el futuro de nuestra raza una simple vida humana.

— Arriba, levántate. – Ordeno mi hermano a este. – Optimus.

— Por favor levántate, por favor Optimus. – Mi voz se quebró al decir su nombre.

— Con una no les bastara. Acabare con ustedes.

Y el mundo parecía detenerse, todo a nuestro alrededor comenzó a moverse en cámara lenta, o al menos yo lo percibía de esa manera. Todo lo que conocíamos se estaba derrumbando lentamente, aquel cobarde ataque nos había quitado nuestra mayor esperanza para poder ganar esta guerra. Optimus ahora estaba tendido frente a nosotros luego de ser asesinado por Megatron, ahora era una pila sin vida, un grito escapo de mi boca mientras lo llamaba en vano esperando que se levantara y nos salvará como antes, pero solo había silencio, un silencio que parecía nunca acabar. Sam me jalo y solo corrí por instinto, las balas continuaban llegando desde todas direcciones, junté mis ojos con Jazz antes de correr hacia Bee y subir en el asiento del copiloto, entre lágrimas veía aquella escena aun sin poder creer que ya no lo tuviéramos a nuestro lado.

Llegamos a las afueras de la ciudad, lejos del caos que habíamos causado. Tenía un maldito nudo en la garganta debido a las lágrimas acumuladas. Le dedique una sonrisa débil a mi hermano antes de avanzar hacia el para refugiarme en sus brazos, por nuestra culpa Optimus había muerto. Jazz apareció junto con un par de autos más que desconocía totalmente, pero si estaban a nuestro lado era porque eran aliados. Nos metimos entre medio de las casas tomando algo de ropa para cambiarnos. Reemplace mis jeans rotos por algo más cómodo. Un buso deportivo, una playera nueva y una sudadera con el logo de los Lakers. Me acomode en el interior del auto abrazándome a mi misma mientras Jazz ponía algo de música para intentar calmarme. Pero aquella imagen seguía llegando a mi mente, una y otra vez.

— No llores Sami. No ha sido culpa tuya. – Las palabras en ese momento no servían de mucho. Baje del auto para poder ir con mi hermano que estaba igual o peor que yo. Su estado anímico era evidente. Me senté a su lado sosteniendo su mano con fuerza. Saldremos de esa y seguiremos adelante como siempre lo hemos hecho. El escuchar al histérico no ayudaba demasiado, había olvidado por completo que el soquete había escapado junto a nosotros, era agotador y su voz me era más molesta a cada momento. Salimos del interior de ese lugar para sacárnoslo de encima.

— Dame esto. – Dijo Sam molesto quitándole el celular para terminar rompiéndolo. – pueden seguirnos con esto.

— ¿Pueden seguirnos? ¿Con rastreo satelital? Oye, oye yo ni siquiera estoy con ustedes, técnicamente yo soy un rehén, ya basta de... esto me causara un infarto, lo juro.

— Miedoso. – Se burlo uno de los autos gemelos.

— Me obligaron a entrar al auto.

— Oye Macflog que haremos con este taco de rizos.

— Ponerle un cohete en el trasero, echarlo al auto y nadie se enterará de nada.

— En mi auto no.

— Ya cállense, ya los oí. Estoy aquí y los oigo, nadie me pondrá un cohete en el trasero ¡Ya bastante he tenido! – Rodé los ojos. Que insoportable. – ya se lo que haré, me voy a ir a entregar y diré que no tengo nada que ver en esto, no soy cómplice.

— ¡Oye! – Le grite molesta avanzando hacia el para poder empujarlo. - ¿Tu lo querías no? Si Sam me conto de tu estúpido sitio Web y de toda la mierda que hacías en tu cuarto. Eres el efectivo. – Dije con burlas. - ¡Ya despierta! Estas metido en esto. Quieres correr, hazlo nadie te detiene, ya no te quejes. Me tienes harta. – Volví con mi hermano avanzando hacia donde estaba Mikaela.

Este capítulo esta dedicado a @bloom_Satoru quien creo la nueva portada del libro. 

¡Gracias linda! 

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