T3: VI

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Liz me había estado interrogando por mi desaparición durante estos días aun cuando le deje una nota informando sobre mi partida y claro la nota seguía en el mismo lugar, ni siquiera se había tomado la molestia de leerla

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Liz me había estado interrogando por mi desaparición durante estos días aun cuando le deje una nota informando sobre mi partida y claro la nota seguía en el mismo lugar, ni siquiera se había tomado la molestia de leerla. Evite hacer comentarios al respecto y solo me escuse con que se trataba de una emergencia familiar que requería de mí presencia inmediata. No quería dar mayores detalles, tampoco deseaba hablar sobre el tema. De todas formas ni siquiera podía mencionarlo. Quería pensar todo con calma y hacer que mi corazón se calmara de una buena vez. Ya no tenía que ver con los Autobots, eran mis amigos y yo había acabado con todo eso. Dejaría que Sam se encargara de eso y acompañara a los chicos en lo que tuvieran que hacer.

Alce los brazos hacia el cielo al despertar de mi siesta. Mis fines de semana se resumían en descansar y prepararme para el turno nocturno en la sala de emergencias para atender a pequeños que llegaban por algún accidente doméstico. Han pasado ya varios días desde que fui a casa y paso lo que paso con Lennox, no le he dado una respuesta y no tengo respuesta aun, quiero intentarlo, pero el miedo sigue presente en mi vida. Hoy tenía una junta con mis amigas, como tradición desde cada fin de semana, agradecía a la vida que todas consiguiéramos empleo en la misma ciudad, de esa forma podíamos estar juntas sin tener que viajar por horas para poder vernos.

— Alguien se arregló demasiado hoy. – Dijo Alice mientras me abrazaba. – estas divina. Pero hay algo raro en ti.

— ¿De qué hablas?

— No lo sé, te ves apagada amiga.

— Solo estoy cansada. No he dormido bien. -Alice alzo las cejas sin creer una palabra, me conoce demasiado bien para saber cuándo miento. - Y... paso algo más. – Dije mientras mostraba mi anillo. –

— ¿Te vas a casar?

— No... vi a Lennox hace unos días y me lo dio de nuevo. Quiere intentarlo otra vez Alice.

— Oh mi dios tienes demasiado que contarnos.

— Cada detalle nena. – Me enganche de su brazo. - ¿Y las demás?

— Nos esperan en el café Blue. – Gire la mirada al ver un camión de mudanzas con el logo de los Decepticons en el costado o tal vez solo era mi imaginación.

Las tres comenzaron con el interrogatorio apenas Alice les dijo que me había visto con William. Ellas eran conscientes de todo lo que había sufrido cuando lo deje y de lo mal que me había sentido por semanas. Ni siquiera me dejo saludarlas apropiadamente, ellas querían cada detalle del porque ahora traía nuevamente el anillo de compromiso en mi dedo. Y obviamente les conté todo, omitiendo claro detalles de extraterrestres de los cuales aún no les cuento absolutamente nada y espero no tener que hacerlo. No quiero que me vean como una demente, aunque si fuera ellas también reaccionaria de esa manera.

Sus rostros solo reflejaban lo felices que se sentían por mí mientras les detallaba lo que había sucedido y cada palabra que el me había dicho en nuestro breve encuentro. Cloe no podía de la emoción y Dona quien era la más seria de las cuatro estaba en las mismas condiciones. Viéndome con una sonrisa de oreja a oreja. Mi teléfono comenzó a sonar, en la pantalla el nombre de mi hermano, un suspiro escapo de mi boca antes de contestar esa llamada.

— Hola Sam.

— Hola hermanita ¿Estás ocupada?

— Estoy con las chicas ¿Por qué?

— ¿Estas sentada?

— Si Sam ¿Qué ocurre?

— Estaba en la base con Lennox, tuve hoy una larga persecución y huida de tres feos Decepticons que querían atrapar a Sentinel... - Rodé los ojos ante las palabras que salían de la boca de mi hermano. – Sali volando por los aires, fue horrible.

— Sam... resume quieres.

— Bueno la cosa es que todos pensamos que iban tras Sentinel, pero no iban tras él. Sentinel Prime se unió a los Decepticons... harán algo Sami. Algo grande y... - se quedó en completo silencio. –

— ¿Sam? ¿Qué ocurre?

— Sentinel asesino a Iron Hide. -Apenas dijo eso lleve una mano a mi boca cubriendo esta sin poder creerlo. – Quería contarte... se que lo apreciabas mucho. Todos lo hacíamos.

— Estas bromeando ¿No?

— No Sami. Lo lamento. – Mis ojos se aguaron de inmediato, respire profundo para no ponerme a llorar. Con dificultad corte aquella llamada.

— ¿Sami estas bien?

— Si... sí. Solo falleció un buen amigo, me acaba de contar mi hermano.

— Lo siento. – Dijo Cloe.

Pensaba que al ser una adulta y estar lejos de casa las cosas cambiarían, que todo sería mejor y que las cosas que me hicieron tener una adolescencia complicada ya no estarían. Pero aun estando lejos seguían involucrándome en ese mundo. No tenía manera de librarme de los problemas con extraterrestres y esos malditos Decepticons seguían arruinando mi vida día tras día. Iron Hide se unía a la larga lista de aliados caídos, los gemelos, Arce y tantos más que ya no estaban con nosotros gracias a esos malditos. Los extrañaba, a cada uno de ellos. En especial a los gemelos a pesar de lo insoportables que podían llegar a ser.

— ¿Viajaras de nuevo? – Cuestiono Dona.

— No. Tengo demasiado trabajo, simplemente enviare mis condolencias. 

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En memoria del buen Iron Hide

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En memoria del buen Iron Hide.

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Nos vemos el jueves con un nuevo capítulo de Witwicky Twins, VIRUS y Dulce pecado.

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