Witwicky Twins

VII

Una persecución dio inicio, tras nosotros una patrulla policial que imagino tiene que ser esa cosa que nos ataco. O al menos espero que así sea. Me aferre al cinturón de seguridad, estaba asustada, pero el miedo no se comparaba con lo que había pasado hace unos días, podía sentirme a salvo con mi auto o al menos eso esperaba yo. Un grito escapo de mi boca al ver como el auto atravesaba una de las paredes, cerré los ojos intentando despertar lo más pronto posible, no quería seguir en esa pesadilla. Sentía el corazón a mil por hora, sentía que el cualquier momento se me iba a salir del pecho, quería salir corriendo de ese lugar. El auto se detuvo ocultándose en un rincón lejos de esa patrulla.

— Quiero ir a casa... - Dije con la voz temblorosa. – Quiero salir de aquí...

— Tranquila Sami. – Cry me a river comenzó a sonar en la radio.

— ¿Y Sam?

— Estará bien. Te llevare a un lugar seguro.

Estaba a punto de confiar en mi auto, eso era descabellado, pero ahora no tenia muchas opciones, el estaba cuidando de mí. Comenzó a conducir por la ciudad, al pasar por la tienda de Porsche, todo el interior del auto comenzó a temblar. Un grito agudo escapo de mi boca debido al susto, pero ahora mi rostro reflejaba sorpresa. Mi auto estaba completamente remodelado, nuevo. Abrí la ventanilla viendo el exterior, estaba en las mismas condiciones, esto era increíble. Nos detuvimos en un callejón cerca del centro de la ciudad, un lugar demasiado escondido. La música seguía sonando en el interior del auto, todas las canciones que me gustaban, al parecer tiene buena memoria porque recuerda muchas cosas y es muy hablador. Al ver el camaro de Sam me baje a toda prisa para poder correr hacia mi hermano, me aferre a él con tanta fuerza, como si no lo hubiera visto en semanas.

— ¿Estas bien? – Cuestiono mientras sostenía rostro.

— Lo estoy ¿Sam no estoy soñando? – Este negó de inmediato. Sostuvo mi mano para avanzar hacia los demás vehículos. Me aferre a Sam al ver ese enorme camión comenzar a transformarse en un enorme robot, de igual forma el resto de los autos a nuestro alrededor. – no, definitivamente esto es real. – Esboce una sonrisa al ver a mi auto. El enorme camión se inclino frente a nosotros.

— Tu eres Samuel James Witwicky. – Mi hermano asintió. – Y tu Samantha Jane Witwicky. – Moví la cabeza de arriba abajo. – descendientes de Archivaldo Witwicky.

— Conoce sus nombres. – Dijo Mikaela en shock.

— Mi nombre es Optimus Prime. Somos organismos robóticos del planeta Cybertron.

— Pero pueden decirnos autobot para abreviar. – Menciono el vehículo de color verdoso.

— ¿Qué onda debiluchos? – Gire nuevamente hacia mi auto, esbozando una sonrisa ante lo cool que se estaba comportando. –

— Mi lugar teniente y tu protector. – Dijo refiriéndose a mí. – designado como Jazz.

— Este lugar si es buena onda.

— Jazz... me gusta ¿Dónde aprendió a hablar así? – Cuestione mientras avanzaba hacia él. – ¿Así que mi protector? – El asintió levantando el pulgar. – Genial.

— Aprendimos el lenguaje terrestre a través de la red. – Menciono este. – Mi especialista en armas. Iron Hide.

— ¿Se creen muy suertudos? Enanos. – Trague saliva al ver esas armas.

— Tranquilo Iron Hide.

— Era una broma solo quería mostrarles mis cañones. – Solté una risa.

— Nuestro oficial médico, Ratchet.

— Las feromonas del chico sugieren que se quiere aparear con la mujer. – Aprete los labios para no reírme de mi hermano. Era jodidamente divertido verlo así de incomodo.

— Y ya conoces a tu guardián, Bumblebee. – Mantuve la sonrisa en mis labios al verle actuar así de lindo. –

— Si ¿Tu eres mi guardián?

— Sus procesadores vocales se dañaron durante la batalla. – Dijo Ratchet mientras le apuntaba directo al cuello con un laser. – estoy tratando de repararlos.

— ¿Qué hacen aquí? – Cuestione.

— Estamos buscando la chispa suprema. Debemos encontrarla antes que Megatron.

— ¿Mega que? – Cuestionamos al mismo tiempo. Optimus llevo un par de dedos a su cien y de inmediato imágenes comenzaron a proyectarse en el suelo y a nuestro alrededor, era como estar viendo una película en tercera dimensión.

— Nuestro planeta alguna vez fue un imperio poderoso, pacifico y justo. – Comencé a ver hacia todos lados ante las vividas imágenes que el nos mostraba. – hasta que nos traiciono Megatron. Líder de los Decepticons. Todos aquellos que lo desafiaron, fueron destruidos. Nuestra guerra por fin consumió el planeta y la chispa suprema se perdió en las estrellas. Megatron la siguió hasta la tierra, donde el capitán Witwicky la encontró.

— Wow era nuestro bisabuelo. – Dijo Sam viéndome luego con una sonrisa. –

— fue un accidente que entrelazo nuestros destinos. Megatron se estrello y no pudo recuperar el cubo. Activo su sistema de navegación por accidente y las coordenadas de la ubicación del cubo en la tierra quedaron impresas en sus anteojos.

— ¿Quién te hablo de ellos?

— eBay. – Respondió Optimus.

— Si los Decepticons encuentran la chispa suprema, utilizaran su poder para transformar maquinas terrestres y formar un nuevo ejercito. – Menciono Ratchet.

— Y la raza humana se extinguirá. Hermanos Witwicky ustedes tienen la llave de la supervivencia de la tierra.

— Sam... mas te vale que no hayas vendido esos anteojos.

— Ah...

— Por favor. 

Domingo de los gemelos Witwicky

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