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Franco

¿Te está empezando a gustar?

No

¿La quieres?

No sé

¿Estarías con ella?

No sé

Esas tres preguntas que me hizo el Luciano ayer me tenían la cabeza hecha un lío.

Estas últimas semanas conversando con la Keyla han sido bacanes, me ha enseñado harto y yo he compartido algo de mi vida con ella, me ha dicho hueas que le han pasado, como lo del Daniel.

Cuando me dijo esa hueá me emputecí caleta, porque ella es una mina pulenta, linda, inteligente, carismática, entre muchas otras cosas; Cualquier hueón quisiera estar con ella cómo para que venga un ahueonao a tratarla mal y que más encima la mamá le quiera meter el hueón por los ojos solo por la plata.

Ayer llegué de la casa de mi vieja a la casa del Luciano porque me puse a pelear con el Daniel en la casa, el hueón me alcanzó a pegar en el pómulo, pero él quedó muchísimo peor si no fuera por lo amigos que tiene le hubiera sacado más la mierda, solamente por gusto.

Flashback

—El otro día te vi. —me dijo el castaño de ojos claros. Se llamaba Alexis. —¿Le querís quitar la mina a mi amigo?

Lo quedé mirando serio, mientras los demás seguían concentrados en jugar play.

Mi vieja no halló mejor cosa que invitar a mis nuevos amigos a mi supuesta casa para un día de amigos y comer hueas ricas.

—Qué. —me hice el hueón. —¿Que estai hablando?

—Eso po'. —sacó una botella de cerveza y se la empezó a tomar. —Estaba casualmente pasando por la casa de la Keyla. Jajaj casualmente, es obvio que este ahueonao del Daniel la mandó a vigilar, éste hueon esta pitiao de verdad. —Y te vi salir de su casa.

—Somos compañeros de curso, teníamos que hacer un trabajo. —mentí. —No te pasís rollos donde no hay.

Carraspeó y me abrazó por los hombros ejerciendo más fuerza de la que me gustaría.

—¿Los trabajos del colegio incluyen que se den abrazos?. —me preguntó. —No te hagai el hueón roto de mierda porque sé que le querís robar la mina a mi amigo.

Me empecé a reír y todos los demás hueones miraron donde estábamos nosotros.

—¿Qué pasó? —preguntó el hueas mayor.

—Deja de hablar de ella como si fuera un objeto ¿Qué hueá, en los colegios caros no te enseñan a cómo tratar a las mujeres? —lo encaré. El hueón tenso la mandíbula y me quedó mirando con odio. —Deja de inventar hueás donde no hay, ni las viejas culias de mi población crean cahuines tan pencas como los tuyos.

—Pero, perro. —se río el Daniel y nos miró. — ¿Por qué están peleando?

Me paré para irme antes de que toda esta hueá explotara, pero el séquito de hueones no me dejó.

—Éste flaite de mierda. —me miró en menos. No es nada nuevo la verdad. —Te quiere robar a la Keyla. —miré al Daniel y me estaba mirando serio con los puños cerrados. —Hice lo que me pediste y adivina a quién vi salir de su casa el otro día. —me miró. —Ahora se está haciendo el hueon.

—"Me quiero robar". —me cagué de la risa y los amigos del Daniel se pusieron detrás mío cuando él movió la cabeza. —Anda a verte hueón, estai hablando de ella como si fuera cualquier hueá.

¿Escapémonos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora