🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.15.🚔

AVISO: He tratado describir la situación de la mejor forma posible, no quería explicarlo precipitado, pero tampoco quería alargar en varios capítulos el tipo de relación que ya muchxs sospechábais.

Éstas situaciones ocurren en la vida real y haya agresión física o no son situaciones complicadas y dolorosas, es difícil alejarse de una persona que al principio lo era todo.

Pido que os toméis el capítulo en serio y seais consecuentes si comentáis, pues a lo mejor alguien que lea pasa o ha pasado por algo similar y a veces, las palabras de otros pueden dañar.

Por último, si conocéis a alguien que esté pasando por una situación parecida tened paciencia, estad alerta y mantenéos cerca para cuando se sienta preparada para hablar o actuar.

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Existen personas en el mundo que tienen la extraordinaria capacidad de parecer encantadoras y buenas, se ganan el aprecio y la confianza de los demás fácilmente, y de pronto, un día cualquiera, cuando su versión principal ya es querida comienzan a atacar.

Algunas serpientes son así, se muestran sumisas, se ganan la confianza de su "rescatador" y en cuanto éste confía ataca.

A las serpientes no las podemos culpar, en su instinto, es una forma de supervivencia, es su naturaleza.

Pero, ¿a un humano? ¿Se le puede perdonar o justificar un ataque hacia una persona que confía en él y lo quiere?

Es un asunto complicado y es difícil averiguar porqué esa persona hace lo que hace, qué la llevó a ser así y saber si es realmente consciente del daño que puede llegar a hacer.

Ben tiene dos años más que Jungkook, lo conoció en la Universidad y lo observó durante un tiempo hasta que se acercó. El pelinegro era tímido, estudioso y tierno, no parecía tener muchos amigos, pero era agradable.

A Ben no le costó mucho hacerlo reír, conseguir que se sonrojara, que aceptase ir a unas cuantas citas y besarse.

Ben era dulce, amable y atento, Jungkook no podía evitar sentir emoción cuando recibía sus mensajes, cuando se miraban desde lejos; se enamoró rápido.

Le inspiró tanta confianza que cuando el rubio insistía al ir juntos al gimnasio que debía ponerse ropa sin mangas y pantalón corto, Jungkook le contó sus inseguridades.

El menor se abrió a su novio, Ben era lo mejor que le había pasado y lo entendía, le contó que le costó un poco asumir su sexualidad porque en el instituto se burlaban de él, que le daba vergüenza mostrar su cuerpo aunque éste hubiese cambiado porque también se habían metido con él. Jungkook confesó haber sufrido bullying, le contó a Ben que sus tatuajes y piercings fueron parte de su transformación, que le hacían sentir menos inseguro porque, aparentemente, esas cosas no daban la impresión a los demás de ser débil.

Ben le dijo que no le hacía falta nada de eso y que estaba seguro de que era precioso antes de apuntarse al gimnasio y pintarse la piel. Le aseguró que se habría estado enamorado de él.

¿Mintió?

Realmente no, tal vez no todo lo que decía y mostraba el rubio era genuino, pero quería a Jungkook y sabía lo que tenía que decir para hacerlo sentir bien.

Pero cuando la confianza ya es ciega por parte de uno comienza a desconfiar el otro.

¿Y si ahora que le había ayudado a sentirse más seguro lo dejaba? ¿Y si ahora que lo tenía él venía otro a robárselo? ¿Y si Jungkook le mentía?

Primero fueron las contraseñas, compartirse el teléfono móvil porque si confiaban el uno en el otro no había nada que temer. Luego fueron los horarios del gimnasio, debían ir juntos porque era necesario pasar tiempo en pareja. Después le pidió quitarse, al menos, el piercing de la ceja porque no era bonito y quedaba poco profesional. Lo decía por su bien.

Más tarde llegaron los pequeños enfados por lo que veía el menor en su tiempo libre, si algún famoso le parecía guapo Ben aseguraba que no escuchaba su música o veía su serie por el contenido, si no por él. ¿No se suponía que el único que le gustaba era él? ¡Esos famosos ni si quiera se le parecían!

Cuando Jungkook decía estar cansado para tener relaciones Ben se ofendía y le preguntaba si ya no lo quería. Le prometía ser suave y le pedía que dijese su nombre.

Jungkook dejó de salir con sus amigos porque necesitaba pasar tiempo con su novio, cenaban todos los días juntos y su foto de perfil debía ser siempre una de ellos dos.

En éste punto de la relación Jungkook comenzaba a sentirse asfixiado y triste, ya no le hacía ilusión quedar con Ben y tenía que sobrepensar cada movimiento que hacía o cada palabra que decía.

Un profesor joven de la Universidad se dio cuenta de su cambio de actitud, impartía Psicología Médica y, como especialista en el tema no pudo pasar por alto que algo le pasaba a aquel alumno que siempre se sentaba en primera fila. No dudó en acercarse al chico y ofrecerle su ayuda.

Al principio, Jungkook se negó, fingió estar bien y dijo que lo que pasaba era que no descansaba bien.

Pero se sentía mal y un día se dijo a sí mismo que hablar con el profesor no le vendría mal, tal vez solo necesitaba descargar su tristeza con alguien y volvería a estar bien.

Así fue como el profesor Wang y el alumno Jeon comenzaron a compartir algunos minutos después de cada clase, o iban a un despacho en los descansos.

A Ben no le gustó nada y aunque Jungkook le dijo que eran unas tutorías que lo ayudarían a mejorar él se sintió traicionado, porque era obvio que su novio le mentía; y si le mentía es que pasaba algo que quería ocultar.

Se peleaban constantemente, Ben lloraba, luego volvía a gritar como un loco. Le apretaba con fuerza los brazos, a veces dejaba las marcas de sus dedos en él. Le insistía para tener relaciones aunque no quería porque así demostraba que lo quería y no lo engañaba.

Un día juró denunciar al profesor por corromper a un alumno, aunque Jungkook ya era mayor de edad y la relación su profesor estaba muy lejos de lo que Ben creía. Ese mismo día fue en el que le levantó la mano por primera vez. Ese fue el día en que el corazón de Jungkook se paró por unos segundos.

Paró el golpe poniendo el brazo por delante y Ben se asustó de sí mismo y comenzó a llorar, Jungkook lo consoló con lágrimas agolpadas en sus ojos que no lograban salir y un nudo en la garganta tan grande como una pelota de tenis, le era imposible tragar.

Ben prometió que aquello no volvería a pasar, que debía comprenderlo porque lo quería tanto que le daba miedo perderlo, que su amor por él era tan grande que a veces se volvía loco.

Pasó una semana en la que Jungkook apenas habló y comió, bajo la mirada preocupada de sus padres y Ben, contactó con su hermano por teléfono y en dos días consiguió un traslado de Universidad.

Se lo comunicó a sus padres, asegurando que el plan de estudios de Pohang era mejor en su carrera. A una hora de marcharse quedó con Ben para decirle que se tomaban un tiempo y que continuaría sus estudios en su ciudad natal.

¿Por qué un tiempo y no una ruptura definitiva? Porque Ben aseguraba a Jungkook que lo amaba, que lo solucionarían, que eran el uno para el otro, le recordaba el principio de su relación, le prometía volverlo a hacer tan feliz como entonces.

Jeon Jungkook tenía dependencia de Ben, seguía queriéndolo por aquellos recuerdos buenos, por quererlo, pero le tenía miedo. Mucho miedo.

Se dejó abrazar con fuerza, lloró también, por fin después de casi un mes que sintió que nunca más lloraría en su vida. Dijo adiós aunque el rubio insistía en que se quedase.

Se marchó.

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El siguiente capítulo no serán recuerdos, va a suceder en la actualidad y también será algo duro.

Nos leemos.

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