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Salieron del taxi después de que el mayor de todos pagase, el ambiente dentro del vehículo había resultado asfixiante y no se debía a las recientes subidas de temperatura por la primavera, eran las ocho de la tarde y en Pohang ya estaba cayendo la noche, por consiguiente, también la temperatura.

El taxista se marchó y Jeon Doyun caminó con paso pesado y rápido hasta la puerta del hogar familiar, su mujer e hijo menor se miraron unos pasos por detrás de él.

Jiyu suspira pesadamente, sabe perfectamente lo que se viene una vez entren y esa puerta se cierre. Ya es capaz de sentir el dolor de cabeza que le sobreviene y es que aún no ha sido capaz de pensar con claridad en qué es lo que está ocurriendo exactamente con sus hijos.

Los Jeon entran y cierran la puerta tras ellos, Doyun se saca la chaqueta y la deja caer sobre el respaldo del sillón individual del salón sin ponerle cuidado, Jiyu cuelga su rebeca en el perchero de la entrada y Jungkook no se quita su sudadera, simplemente se queda plantado junto a la alfombrilla para dejar los zapatos y observa a su padre.

—¿Qué demonios fue eso, Jungkook?

Su voz suena tranquila y calmada, pero sabe que por su postura y ojos clavados en cualquier punto del suelo realmente su padre no se siente para nada así.

Camina hacia la cocina sin descalzarse, toma un vaso del mueble y se lo llena de agua fingiendo también tranquilidad.

—Un beso.

No le tiembla la voz al responder, aunque realmente se siente temblar por dentro. Supo que habría una charla poco agradable en cuanto la puerta de la habitación de hospital de Park Jimin se abrió tras dos sutiles toques y apenas les dio tiempo a separarse. El castaño porque no oyó el toque y él porque estaba demasiado embriagado por los besos del mayor.

Jeon Doyun se frota la cara con cierta brusquedad y da media vuelta para mirar a su hijo menor, aunque sea para ver qué expresión tiene su cara cuando le ha dicho aquello tan tranquilo.

—¿Y lo dices así?

Jungkook deja el vaso de agua vacío en el fregadero, toma aire y se da la vuelta para mirar a su padre, se encoge de hombros.

—¿Cómo quieres que lo diga?

El hombre se rasca un ojo, se hace daño en el proceso, aprieta la mandíbula y su mujer se descalza por fin y camina con lentitud hasta tomar asiento en el sofá.

—No sé, ¿tal vez con un poco de vergüenza?

El chico levanta una ceja y deja escapar un mínimo sonido de indignación a través de sus labios, ve cómo su madre mete el rostro entre sus manos y parece no tener intención de intervenir, al menos de momento. Vuelve la vista a su padre.

—¿Y eso por qué? Era un beso, papá, sabes que he tenido novios, ¿creías que nos juntábamos para colorear?

Sabe que ha sido grosero, que ha sonado seco y borde, pero le parece totalmente inconcebible estar teniendo esa conversación con su padre.

¿Vergüenza? ¿De qué? Habían pasado demasiadas cosas en su vida de las que se avergonzaba como para sentir aquello por un acto tan natural como besar a la persona que le gusta.

Los ojos de Doyun parece que saldrán de sus órbitas, no se mueve de donde está, Jiyu cierra sus ojos con fuerza aún con el rostro entre sus manos.

—¿Desde cuándo te has vuelto tan descarado?

Jungkook resopla y camina fuera de la cocina, dispuesto a meterse en su habitación y terminar con aquella conversación absurda. Pero su padre lo sujeta del brazo y lo hace detenerse y girar.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora