🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.59.🚔

La ropa estaba tirada por el suelo, la recién recogida del tendido y la que llevaban puesta, sólo estaban cubiertos por la ropa interior, tenían las mejillas rojas, el cabello revuelto y los labios hinchados.

Todo a su alrededor era un desastre y ni si quiera se habían dado cuenta de que las cortinas del saloncito estaban abiertas y cualquiera que pasase por delante de la casa del policía y se fijase en el interior los podría ver.

El corazón de Jimin estaba acelerado y su piel ardía, Jungkook no estaba muy diferente al castaño.

Una lucecita se encendió en la cabeza del mayor y se levantó de forma repentina para ir a cerrar la puerta con llave y pestillo, no solían entrar, pero dadas las circunstancias era mejor prevenir.

Jungkook se había sentado en el sofá y miró de arriba abajo al castaño, con unos boxers de color azul que le marcaban absolutamente todo. Se humedeció los labios y volvió a mirar al mayor a los ojos, creyó que sus mejillas no podrían estar más calientes, pero era maravilloso comprobar que Jimin estaba tan excitado como él.

—¿Vamos a la habitación?

El ritmo de las pulsaciones del pelinegro aumentó, las palmas de sus manos sudaban y se puso de pie mientras asentía, Jimin lo tomó de la mano y tiró de él en dirección al dormitorio.

Todo Park Jimin era hermoso, desde la punta de su cabello hasta los dedos de sus pies, los ojos de Jungkook se quedaron clavados en la retaguardia perfectamente redonda del mayor y en aquellos hoyuelos que decoraban el final de su espalda de forma sexy.

No podía creerlo aún, estaba todavía procesando lo que estaba pasando cuando Jimin lo dejó sobre la cama y se subió encima de él, volvió a atrapar sus labios y lo recostó contra su espalda.

La cama estaba desecha y las sábanas olían a suavizante y un poco al mayor, llevó sus manos hasta la espalda del contrario, notaba sus músculos tensarse en ciertas zonas y volvió a bajar sus manos hasta colocarlas sobre sus glúteos, apretó un poco y sus pulgares los dejó descansar sobre aquellos hoyuelos que lo volvían loco.

Los besos de Jimin se sentían jodidamente húmedos y calientes contra su piel, Jungkook tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta, dejó escapar un gemido suave cuando notó la lengua del mayor sobre uno de sus pezones y una de sus manos acarició su erección y luego tiró del elástico del bóxer hacia abajo.

Coló sus manos por debajo de la tela elástica azul que cubría la piel suave del contrario e imitó su gesto, ambos deshaciéndose de la última prenda que llevaban.

Jimin subió su recorrido de besos para volver a atrapar su labios y bajó sus caderas para que sus durezas se rozasen, ahora, sin nada de por medio. Ambos gimieron en la boca del contrario mientras se besaban sin ningún tipo de cuidado.

Una de las manos del castaño se posó sobre el cuello y parte de la mejilla del más joven de forma tierna, mientras la otra acariciaba su brazo, pecho, abdomen, cadera, muslos y parte del glúteo mientras se movían arriba y abajo haciendo fricción entre sus erecciones.

Jungkook flexionó una de sus piernas, subiendo la rodilla, se le hacía más cómodo así y la cadera de Jimin rozaba la cara interior de su muslo con el vaivén.

El mayor rompió el beso y se quedó quieto por un momento, miró a los ojos al más joven y se preguntó si Jungkook estaba bien con cómo iban las cosas, tenía los ojos brillantes y el labio inferior mordisqueado. Tal vez debería dejar de hacer eso. Lo besó con cuidado.

—¿Quieres... quieres que coja lubricante?

Se había estado informando porque si bien no era la primera vez que se besaba con un hombre, sí que era la primera vez iba más allá de besos húmedos. Aquella experiencia fue una bobada universitaria y aunque no le desagradó tampoco le incitó a hacer mucho más, digamos que Jimin necesitaba algo más que una cara bonita para pasar a la siguiente base.