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En la radio se escuchaba Chasing cars junto con los dedos de Seokjin marcando el ritmo en el volante. Jungkook miraba por la ventana, con el codo apoyado en la puerta del coche y la cara descansando sobre su mano.

Aquellos viajes de veinte minutos hasta el hospital se habían vuelto rutina en el último tiempo, Jin iba a sus prácticas profesionales del máster y Jungkook asistía a la psicóloga. A veces perdía alguna clase porque sus citas coincidían con los turnos de Jin, pero así se ahorraba una buena caminata o tener que gastar dinero en autobús o un taxi.

—¿Cómo vas?

La relación entre el mayor y el más joven había evolucionado bastante esos días, sobretodo aquellos en los que Taemin no los acompañaba porque su turno no era el mismo, había sido el mismo Jungkook el que había comentado alguna que otra cosa de su terapia, más que nada porque agradecía al contrario haberle recomendado a su psicóloga.

—Bien.—Respondió colocándose recto en el asiento y mirando un instante al conductor.—Hyori es cercana y ha sido paciente, consiguió en poco tiempo que confiase en ella.

Jin asintió sonriente, había coincidido con la muchacha aquellas veces en que los pacientes no sobrevivían a una intervención o no había una solución favorable. Se encargaba de darle apoyo al paciente y a sus familiares cuando se enfrentaban a algo duro, además de tener algún que otro paciente, como Jungkook, que asistía a su consulta de forma externa.

También era un gran apoyo para los mismos profesionales, sobretodo para los que estaban de prácticas o llevaban menos tiempo trabajando y les tocaba vivir por primera vez una cirugía fallida.

Jin no dudó en buscarla cuando lo que había pasado Jungkook salió a la luz, preguntándole cómo debían actuar ellos como amigos y pidiéndole el favor de darle consulta aunque sabía que la chica tenía la agenda demasiado apretada.

A Hyori no le cogía de nuevas tener un paciente víctima de abuso, en los tres años que llevaba trabajando en el hospital le había tocado ver de todo y aunque a Jungkook no se lo pareciese al principio, la chica había agradecido internamente lo fácil que era el pelinegro como paciente.

Jeon Jungkook era ese tipo de persona que a ella le gustaba denominar como "paciente lucero", esas personas excepcionales que no eran visibles siempre ni a ojos de todos pero que siempre brillaban, algo así como almas puras.

Hyori había conocido pocas y casi todas eran niños, no significaba que fueran personas perfectas y no cometiesen errores, eso jamás pasaba, eran humanos como cualquier otro. Pero, para ella, tenían una calidez diferente.

—Pronto será el cumpleaños de Hobi, estábamos pensando en ir a algún local a bailar, ya sabes que le encanta.

—Vale, sí, me parece bien.—Contestó el pelinegro con una pequeña sonrisa, no era algo a lo que acostumbraba y estaría nervioso hasta que ese día pasase, pero estaba aprendiendo a arriesgarse a hacer cosas nuevas, por pequeñas que éstas fueran.

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—Muchas gracias por la información, señora Lim, estoy seguro de que nos será de gran ayuda.

Jimin se despidió de la mujer mayor en la puerta de su casa y volvió a subirse al coche, donde Kang arrancó nada más cerrar el castaño la puerta.

—No tenía mucha información, pero algo es algo.

Song Kang giró la calle con tranquilidad y cogiendo la principal se dirigió de vuelta a la comisaría. De nuevo iban detrás de una pista sobre venta de drogas, volvían a estar implicados menores, pero al menos no eran en zonas estudiantiles.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora