🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.32.🚔

Seis años atrás...

Estaban haciendo la fiesta en casa del pelinegro porque los Jeon se habían marchado a ver a los abuelos paternos y Jungkook se había quedado a dormir en casa de su tía.

Yoongi no quería, pero Jimin lo convenció.

Le debería mil favores después de eso.

Jimin se dejó caer en la cama de su mejor amigo, derramando un poco de la bebida roja que llevaba en su vaso.

—Mierda.

Estaba un poco mareado, dejó el vaso en la mesita de noche de Yoongi, no debería seguir bebiendo. Se quitó las converse maldiciendo porque le estaba costando a pesar de no llevar los cordones atados fuerte y se tumbó soltando un suspiro.

Si miraba al techo toda la habitación parecía dar vueltas, en cualquier momento iba a vomitar. Yoongi lo mataría, ya había manchado de a saber qué su colcha.

Irene gritaba en el salón, podía escucharse por encima de la música, a pesar de tener la puerta cerrada. Rió cerrando los ojos y respiró profundo para mantener controladas las náuseas.

Se quedó dormido, no fue mucho tiempo, no más de doce minutos.

Alguien gritando por el micrófono del karaoke que había llevado un tipo de su Universidad lo despertó, de nuevo la habitación parecía tambalearse. Tenía la boca pastosa y trató de levantarse para ir al cuarto de baño, de verdad no quería morir a manos de Yoongi si llegaba a vomitarle la habitación.

Mantuvo un ojo cerrado mientras esperaba a sentirse estable para levantarse, los puños apoyados contra el colchón, los pies sobre el suelo.

Tomó aire varias veces, de nuevo controlando la respiración, por si de verdad aquello servía de algo a la hora de controlar las ganas de vomitar.

Si se quedaba quieto durante un rato en la misma posición parecía que el suelo se quedaba quieto y nada daba vueltas a su alrededor.

Vio que el vaso que había dejado en la mesita de noche ya no estaba, la puerta seguía cerrada, pero era muy probable que Yoongi hubiese entrado a quitárselo, sabía perfectamente cómo se ponía y odiaba que bebiese.

Volvió a mirar la mesita de noche, viendo que en el lugar donde dejó el vaso desaparecido había un papel. Lo alcanzó sin levantarse y lo desdobló, parecía una especie de carta.

Sin enfocar la vista para leer nada le dio la vuelta de nuevo y leyó su nombre en letras alargadas y cursivas, parecía que quien lo hubiese hecho había puesto un gran esfuerzo en que quedase bonito.

Obviamente no era una amenaza de muerte de Yoongi.

La extendió al completo y comenzó a leer con los ojos entrecerrados, su nombre estaba escrito muy bonito, pero la letra del interior era un desastre, tenía tachones, letras más grandes que otras, los renglones torcidos.

Querido Jimin, te escribo porque no soy capaz de decirte lo que siento a la cara.

No te preocupes, no te voy a decir quién soy.

Me gustas, me gustas mucho. Pero sé que tienes algo así como una novia y ahora mismo eres muy mayor para mí, aunque sé que de todas formas yo no te gustaría.

Solo te escribo para desearte un muy feliz cumpleaños, ya te di mi regalo y creo que te gustó. Eso me hace feliz.

Te quería agradecer lo bueno que eres conmigo y decirte, por si no lo sabes, que eres el chico más guapo que he visto nunca.

A veces creo que me estoy enamorando y lloro porque lo nuestro no puede ser. El llanto se me pasa cuando me digo que tal vez te guste cuando sea mayor, aunque sé que no va a pasar.