🚔.39.🚔

887 89 14
                                    

Jimin irrumpió en casa de los Jeon cargando sus micrófonos de karaoke que llevaban sin usar bastante y una sonrisa enorme en su cara.

Jungkook dejó de centrar su atención en lo que estaba cocinando y miró por encima de su hombro al castaño.

Yoongi no cambió para nada su expresión, envuelto hasta la cabeza en la manta mientras veía capítulos viejos de Mentes criminales.

—¿Qué son esas caras?—Preguntó el castaño mirando a los hermanos Jeon mal mientras iba hasta el sofá individual y dejaba los micrófonos sobre el asiento.

—Mañana trabajamos, eres consciente, ¿no?—Dijo Yoongi con la vista clavada en la televisión.

Jimin resopló y haciendo a un lado dos cojines en el sofá grande se sentó al lado de su mejor amigo, vio que tenía los ojos hinchados y que la raíz de su cabello estaba sucia.

—No vamos a beber, aún no es tarde, cantaremos, tú tocarás la guitarra, te ducharás, cenaremos y luego dormiremos para despertar como nuevos mañana.

Yoongi lo miró con una ceja alzada, el castaño lo miraba ilusionado y como si estuviese muy convencido de su plan.

—¿Piensas quedarte a dormir otra vez?

—No querrás que me vaya de noche solo a casa, ¿no? Podría pasarme cualquier cosa.

El castaño fingió miedo, su mejor amigo volteó los ojos y Jungkook rió desde la cocina.

—¿Quién se atrevería a hacerte algo?

—Alguien que no lo conozca.—Añadió el más joven de los tres chupándose un dedo manchado de comida.

Ahí Yoongi se rió un poco intercambiando una mirada con su hermano y Jimin decidió que no iba sentirse ofendido aunque los Jeon parecían reírse de él, había venido buscando eso, animar aquella casa que estaba llena de tristeza desde hacía ya un tiempo.

Se levantó del sofá, apagó la televisión, logrando que su mejor amigo se quejase, agarró la guitarra, le pasó los dedos por el mástil para sacarle un poco el polvo y se la tendió a su dueño.

—Dale, Yoon, se te van a atrofiar los dedos de solo usarlos para teclear.

—¿Quieres probar lo atrofiados que están, Park?—Preguntó Yoongi agarrando la guitarra y mirándolo de forma amenazante, dejando caer la manta a su alrededor.

—Uy, ¿qué me estás proponiendo?—Bromeó el castaño fingiendo vergüenza.

El pelinegro le terminó dando un cate en la nuca y Jungkook rió de nuevo mirándolos mientras seguía preparando la cena.

 Yoongi comenzó a ajustar las clavijas, afinando de nuevo la guitarra que llevaba tanto tiempo sin usar. Le apretaba un poco el corazón estar tocándola, horas antes los dedos de Taehyung habían estado sobre ella y es que desde hacía dos años su guitarra le recordaba al hermano menor de su mejor amigo.

Desde entonces, cuando la tocaba, solo le salían canciones nostálgicas. Hoy no sería diferente.

Tocó varias bandas sonoras, todas tristes, pero nadie dijo nada, Jungkook seguía cocinando en silencio y Jimin miraba la agilidad con la que su mejor amigo movía los dedos sobre las cuerdas y lo concentrado que parecía.

Cuando los dedos, ya poco acostumbrados a la dureza de las cuerdas, empezaron a doler y quedaron enrojecidos, Yoongi dejó la guitarra a un lado y se frotó las yemas. Jimin aplaudió y Jungkook terminó de poner la mesa para tres.

El menor se alegraba de la presencia del castaño, desde que regresó de las compras su hermano parecía estar ausente, con los ojos hinchados y la nariz roja por haber llorado. Hasta que llegó Jimin no había abierto la boca para pronunciar ninguna palabra.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora