🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.50.🚔

—No comprendo qué le pasa a éste chico en la cabeza.—Dijo Jiwon una vez entraron en la casa, sujetando la puerta para que entrasen su mujer y su hijo menor y luego cerrar.—Pobre Jieun, no me dio tiempo ni si quiera a alcanzarla y cuando entro en la habitación a contarle lo ocurrido él solo repite que ya no están juntos.

Jungkook se muerde con nerviosismo la uña del dedo gordo de la mano derecha y Jiyu lo mira con preocupación, se acerca a él y le baja la mano con parsimonia, niega con la cabeza cuando su hijo menor la mira.

—Ve a tomarte una ducha y descansa.

El chico vuelve a mirar a su padre, que está apoyado en el respaldo del sillón individual que suele usar Yoongi y resopla con expresión frustrada mientras murmura para sí, la mujer lo empuja un poco, apremiándolo para que le haga caso.

Cuando Jiyu comprueba que Jungkook ya ha encendido la ducha se da la vuelta y se acerca a su marido con expresión fría, él la mira y ella se cruza de brazos.

—A tu hijo le han metido un tiro y a ti lo que te preocupa es su relación amorosa.

No lo está preguntando, es una afirmación y sus palabras salen ácidas, resopla molesta y camina hasta el sofá para sentarse. Jiwon rodea el sillón y toma asiento también.

—Claro que me preocupa, Jiyu, nosotros ya no estamos aquí, se suponía que Jieun era quien lo acompañaría de ahora en adelante y me salen con que ya no están juntos.—Abre las manos mientras habla, el ceño fruncido y la frente arrugada.—Tiene veintiocho años, ¿es que nunca va a sentar cabeza?

La mujer se hace el cabello hacia el lado contrario en el que lleva la raya, nota como la raíz del pelo sufre ese cambio, regalándole una sensación que consigue distraerla durante dos segundos de la rabia que está comenzando a sentir contra su marido ahora mismo.

—Jiwon, ¿crees que una relación que ha tenido más interrupciones que tiempo continuado en armonía iba a salir bien?—Ella trata de oírse calmada, la ducha sigue oyéndose en el cuarto de baño.

—Todas las parejas discuten, Jiyu.—Contrarresta él como si lo que ella dijese fuese una tontería.

Ella vuelve a mover su cabello, ésta vez con ambas manos hacia atrás, un gesto que hace muchísimo su hijo mayor, que ahora está en una habitación de hospital con un gotero, vendado y al que le han tenido que poner transfusión de sangre. Cierra los ojos y mientras baja sus manos por su cuello, haciendo resonar sus pendientes largos toma aire.

—Debiste haberte hecho a la idea que esa relación no funcionaba cuando presenciamos su discusión de hace dos años. Nunca debieron volver.

—¿Qué estás diciendo?

Ella clava los ojos en los de su marido, sus labios finos se mantienen en una línea recta, piensa en Yoongi.

—Que nuestro hijo no era feliz, Jiwon. Jieun es una chica maravillosa, pero Yoongi no era feliz con ella, ¿era tan difícil verlo para ti?

Las cejas claras de Jiyu forman un arco invertido, su expresión es triste, sus ojos suplican a los del contrario que entienda. Su mayor deseo es que sus hijos sean felices, Jungkook se ha encontrado con muchas trabas en el camino para poder serlo mientras Yoongi parecía tener una vida sencilla, no hacía mucho ruido, todo a su alrededor parecía ir bien, pero, ¿y si ha logrado engañarlos durante mucho tiempo?

Es lo que cree ahora, rememora sus videollamadas, las visitas, sus miradas ausentes, la cara de Jieun en el hospital, la mirada de Jungkook dándole cierta pista que ahora le da miedo.

—Estoy cansada, en cuanto Jungkook salga de la ducha entraré yo, descansaré un poco y me regresaré al hospital. Te agradecería que no vuelvas a sacar el tema de Jieun más.