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—Te toca.

Taehyung apuntó con el tenedor envuelto en tallarines con nata a Jung Hoseok y el rubio rió mientras terminaba de masticar, tomó un sorbo de vino tinto de su copa antes de contestar:

—Ahí te va la bomba final, tú lo has querido.—Removió sus macarrones estilo aurora con el tenedor y lo miró a los ojos con una pequeña sonrisa.—Me dijo que podíamos mantener una relación a distancia, se terminó enamorando de uno de sus compañeros de piso y me dejó cuando tomó vacaciones y pudo venir. Yo le tenía todo un recibimiento preparado, hasta un ridículo globo llevé.

El ambiente en el restaurante italiano era ameno, los manteles de color burdeos contrastaban con el dorado de las lámparas y decoraciones, el resto era de un blanco roto que amarilleaba con la calidez de la iluminación.

En el leve bullicio del resto de personas charlando y comiendo, el hilo musical bajo y el sonido de los cubiertos Taehyung le sonrió con los labios unidos de vuelta.

Tocaba confesiones, eso habían decidido en aquella cita, tomó también un sorbo largo de su copa para confesar su verdad:

—Nos besamos borrachos cuando él lo dejó con la novia, fingimos olvidarlo y nos volvimos tan cercanos que cuando regresó con ella y no nos volvimos apenas a hablar pensé que me lo había imaginado todo.

Hoseok asintió mientras mordisqueaba un pedazo de pan, su tenedor descansando sobre la cazuela de cerámica de sus macarrones a medio comer.

—Ya no está con esa persona de la que se enamoró, me pregunta varias veces al año cómo me va y no sé porqué demonios me sigue doliendo. A mí no me sale preguntar por su vida, a veces preferiría que hubiese desaparecido de la mía sin más.

La copa de vino de Taehyung se termina y le devuelve la mirada al más joven comprendiendo, confiesa un poco más:

—Pasaron dos años, le dije de madrugada todo lo  que sentía, cuando nos vimos en persona su novia lo había dejado, pero antes vino a mi estudio para insinuarme que se iban a casar. Llegué con el corazón roto a su casa, me contó toda la verdad, el miedo que tenía, las razones por lo que lo nuestro estaba mal. Salí con el corazón igual de dañado pero creyendo, que por una vez, hacía lo correcto tratando de soltar.

Era un resumen bastante simple de todo lo que realmente había pasado, pero así era la dinámica, ¿no?

Hoseok terminó su copa también, un camarero se acercó a su mesa y les preguntó si les servía más, ambos negaron con la cabeza y le dieron las gracias.

Volvieron a mirarse, en los ojos de los dos chicos había comprensión, sus sonrisas no eran muy alegres, pero se entendían.

—Estamos traumaditos, aún, ¿eh?—El rubio bajó la vista para concentrarse de nuevo en su comida.—¿Hace cuánto?

—Un mes.—Taehyung tragó.—¿Y de lo tuyo?

—Cinco.

Ambos comieron, masticaron con tranquilidad mientras procesaban la nueva información que tenían del contrario, algo que suponía un peso importante en la situación actual.

—¿Crees que ésto llegue a algún lado?—Preguntó Taehyung observando a un matrimonio de unos sesenta años que estaba a dos mesas de ellos, parecían felices mientras se hablaban.

Hoseok se encogió de hombros terminando de masticar, el tenedor con los últimos macarrones que quedaban pinchados, el castaño lo miró de vuelta.

—¿Quién sabe? Hemos sido sinceros desde el principio, acabamos de contarnos la verdad tras nuestro acuerdo inicial y lo pasamos bien juntos. El tiempo lo dirá, ¿no?

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora