🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.70.🚔

Seungyeon se había incorporado después de su viaje de boda y lo primero que hizo después de saludar fue buscar a su ex novio, que trataba con Moonbyul un caso nuevo en una de las mesas redondas y altas que tenían junto a la máquina de café.

La más baja dejó de hablar y miró a la castaña y luego a Jimin, éste alzó la vista un segundo y dijo volviendo a concentrarse en sus papeles.

—Estamos trabajando, Seungyeon.

La nombrada se pasó los dedos por su cabello bien estirado y fijado con gel, lamió sus labios y parpadeando de manera rápida tras tomar aire se acercó un poco más a ellos y dijo:

—Será solo un momento, Jimin, estáis en el descanso.

Su mirada era suplicante y Moonbyul intercambió una mirada ligera con Jimin, la rubia hizo una pequeña inclinación de cabeza y se marchó con su café en mano hacia las mesas de trabajo. El castaño suspiró y dejó caer el lápiz que había estado usando sobre el reguero de papeles sobre la mesa metálica.

—Jimin, sé que mi comentario se salió de control, creemé que fui la primera en recriminar a...

El policía levantó una mano mientras negaba con la cabeza, logrando que su compañera se callase y lo mirase expectante. Él la bajó y jugueteó con el lápiz entre sus dedos.

—No deberías haber comentado tus suposiciones con nadie, Seungyeon. Si tenías curiosidad podrías haberme preguntado directamente.

A la muchacha se le tiñeron las mejillas por la vergüenza, y es que su ex tenía toda la razón, no era quién para haber especulado por simple curiosidad, aunque la verdad es que tampoco se hubiese atrevido a preguntarle directamente a él. ¿Por qué lo haría?

—Lo siento, la cagué...

—Sí, lo hiciste.—Asintió el castaño mirándola directamente, ella ahora parecía demasiado concentrada en sus uñas.—No pienso que lo hicieras con intención de hacer correr el rumor o dañarme, pero haber abierto la boca trajo consecuencias.

La chica torció el gesto, el hoyuelo en la parte superior de su mejilla izquierda hizo aparición, pero ahora, al verlo, Jimin ya no sintió ningún tipo de nostalgia.

—Supe que Yoongi se peleó por algunos comentarios... De verdad que lo siento, Jimin.

Él suspiró y sus hombros bajaron al mismo tiempo, apoyó ambos codos sobre la mesa y golpeando suavemente el extremo del lápiz contra el papel buscó la mirada de su ex para decir:

—Lo sé. Pero ya pasó.—Se encogió de hombros cuando ella lo miró de vuelta por fin.—Pero supongo que los comentarios de ese tipo iban a terminar ocurriendo tarde o temprano. Se aprovechan que estoy medio sordo, si no les callaba de un puñetazo en el hocico.

Seungyeon rió, conocía a Jimin y sabía que era impulsivo y de mecha corta, pero también sabía que por más deporte y boxeo que hiciese no mataba ni a una mosca. Eso sí, estaba segura de que podría maldecir hasta a los antepasados olvidados de aquel que le tocase demasiado la moral.

Jimin bebió de su café con tranquilidad y la muchacha se apoyó también en la mesa, jugueteó con sus uñas brillantes y lo miró con dulzura. ¿Cuánto tiempo hacía que no se miraban durante tanto tiempo sin incomodidad?

—¿Eres feliz, Jimin?

El castaño se lamió los labios y dejó el vaso vacío a un lado, sonrío sin mostrar los dientes y luego los apretó mirando por encima de su cabeza como si estuviese evocando algún recuerdo.

—Sí.—Dijo cruzando sus brazos sin tener cuidado con los papeles bajo ellos y volvió la vista a la chica.—Sí, soy feliz.

—Me alegro mucho, Jimin.