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Por mucho que se intente negar es un hecho que a la gente le encanta saber y hablar de los demás, cuanto más jugoso es el chisme más rápido se esparce.

Cuando un mismo rumor aparece desde lugares distintos la gente empieza a asumir que debe ser real.


Seungyeon había ido a agradecerle en persona a Jimin el haber salvado la vida de su padre y le llevó una caja de bombones de los que a él le gustaban como acompañamiento. La chica no pasó por alto el estado de su ex, más el hecho de que no la invitase a pasar.

De camino a casa decidió ignorarlo, total, no era de su incumbencia la vida de Park Jimin.

Paró en la ferretería para comprar unos recambios para la cisterna que le hacían falta en casa y luego se encaminó hacia la comisaría, aún no estaba de servicio por sus vacaciones matrimoniales, pero habían pospuesto el viaje de Luna de miel por las circunstancias, así que se pasaría para ver a sus compañeros.

Cuando cruzó de acera casi se choca contra un distraído y apresurado Jeon Jungkook, al chico se le cayó la mochila al suelo y la recogió de inmediato mientras se disculpaba con ella.

Los ojos de Seungyeon fueron a parar a la sudadera negra de un tono gastado, con las medias mangas blancas y el bordado en un lado del pecho. Hasta la longitud de los cordones para ajustar la capucha estaban iguales, uno más alto que otro, casi desapareciendo por la apertura.

No había duda, era la sudadera que Park Jimin tenía puesta hacía menos de veinte minutos.


Ya todo el grupito de Jungkook lo sabía, ya llevaban tiempo siendo conscientes del enamoramiento de su amigo por el policía, pero ahora también sabían que habían empezado algo.

En el descanso, mientras Chaeyoung y Jennie se intercambiaban apuntes y el resto comía Jin terminó de tragar y preguntó:

—¿Por qué tan contento hoy?

Jungkook se lamió los labios algo pegajosos y sonrió agarrando su botella y bebiendo de ella antes de contestar:

—Jimin está recuperando la audición.

Todos lo miraron sorprendidos y él no cabía en sí de la emoción, estaba tan, pero tan feliz que ni si quiera le importó que la ex novia de Jimin los interrumpiera antes.

—¿Por eso llegaste tarde a clase?—Preguntó Hoseok chupando la cucharita pequeña con la que se estaba terminando el yogur que había dejado Chaeyoung.

Jungkook negó con la cabeza y bajó su mirada hasta su comida, para sus amigos no pasó desapercibido el enrojecimiento que bañó las mejillas y orejas del pelinegro.

Taemin se llevó una mano al corazón de forma teatral y cerró los ojos con fuerza, luego miró al cielo y unió sus manos:

—¡Yo también quiero vivir ese sueño, Dios!

Jennie le golpeó la nuca y el chico se rió y le robó un par de patatas fritas con rapidez. La chica lo ignoró y centró su vista en Jungkook.

—Puedo intuir que os va bien, ¿no?

Jungkook se removió en su sitio y soltó una uva de nuevo en su cacharro, no quería adelantar las cosas o dar algo por sentado pero él creía que sí, que todo estaba a las mil maravillas. Asintió con la cabeza mientras se mordía un poco el labio inferior y terminaba metiéndose en la boca la uva que acababa de soltar.

Todos hicieron un sonidito alegre de satisfacción y el chico volvió a enrojecer. Desde su posición, Jin podía ver lo que quedaba de la marca de dientes en su mandíbula y cuello, pero simplemente sonrió y no dijo nada.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora