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Decir que Kim Namjoon está nervioso es poco, podría calificarse más bien como desquiciado, hace poco fue ascendido y es la primera vez que tiene un caso de éste calibre bajo su mandato.

Confía en su equipo, sabe que tiene agentes muy buenos en su comisaría, pero la gran mayoría son jóvenes y, tal y como le está ocurriendo a él, no se han visto involucrados en algo así.

Un caso de asesinato y fuga del sospechoso junto con un menor en un edificio que pertenece a su zona, a su distrito.

Los vecinos alertaron a primera hora de la mañana de que, como desgraciadamente era costumbre, la pareja del 3ºC habían estado discutiendo por la noche.

Se habían personado en aquel edificio varias veces, si no miraban el registro casi ninguno podría decir con seguridad cuántas fueron exactamente. Los vecinos estaban cansados y ellos también, pero la ley era la que era.

Se trataba de un caso evidente de maltrato, pero el menor no presentaba nunca signos de violencia y los vecinos solo podían asegurar que el pequeño lloraba asustado, pero los insultos nunca parecían dirigirse a él.

La ley funcionaba así, un menor maltratado significaba actuación rápida, una mujer maltratada significaba que se le recordaban sus derechos, se le aconsejaba denunciar, pero si ella misma se negaba no podían hacer nada. Más que ir una y otra vez.

Los teléfonos no paraban de sonar, los intercomunicadores y las radios se mantenían activas y las patrullas de calle eran más que normalmente.

Song Kang conducía por los polígonos industriales al sur de la ciudad, ya habían ido a la estación de autobuses y la de tren y la patrulla de la comisaría vecina se había encargado de mandar gente al aeropuerto.

"El sondeo del río ha dado negativo. No hay rastro."

Sonó la radio dentro del vehículo, se avisaban unos a otros de si se encontraban rastros, pistas o directamente al agresor y el menor.

Hacía algo más de media hora que el turno de Kang y Jimin había finalizado, pero en una situación así todos hacían horas de más.

Pararon a hablar con los trabajadores de las naves industriales, enseñaron el permiso de registro y se cruzaron con agentes de la comisaría vecina, intercambiaron información y continuaron cada uno por su lado, tratando de no dejarse nada sin revisar.

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Yoongi se preparaba para entrar en el turno nocturno y durante toda la tarde había estado trabajando desde casa con la información que le daban sus compañeros. Estaba tan concentrado, que incluso los audios ya los escuchaba a todo volumen y en cualquier lugar de la casa en el que estuviese.

El mayor de los Jeon tuvo que dejar a un lado su mala sensación sobre Ben y centrarse en el caso nuevo. De hecho, estaba tan centrado en lo que le hablaban que se olvidó de recordarle a Jungkook que cerrase la puerta con llave cuando se fuese a dormir.

—Guau, no me imaginaba para nada que tu hermano fuese madero.—Comentó Ben una vez Yoongi se marchó.—Aún estoy flipando.

Estaban sentados en el suelo con la espalda apoyada en el bajo del sofá, Jungkook estudiaba apoyado sobre la mesita de cristal, o eso intentaba, y Ben tenía su brazo puesto por detrás de los hombros de él, su cuerpo pegado al del contrario.

—No iba con uniforme, ¿va a ir de incógnito o algo así?

—Trabaja en el departamento de informática, no lleva uniforme nunca. Solo para eventos especiales.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora