🚔.23.🚔

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Especial pareja secundaria.

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Dos años atrás...

Definitivamente se había acabado.

 Jieun había entrado en su casa hecha una furia, cerrándole la puerta en las narices mientras los pesados de sus hermanos menores lo miraban desde la ventana haciéndole burlas.

Yoongi se dio media vuelta y se marchó, golpeó una piedrecita del camino con el pie, con la mala suerte de que ésta chocó contra un lateral del coche burdeos del padre de su, ahora, ex.

"Mierda."

Se dio la vuelta justo a tiempo para ver como los gemelos se apartaban de la ventana y corrían hacia adentro, probablemente para chivarle a su padre lo que acababa de hacer.

Salió corriendo de inmediato y no paró hasta que ya se había alejado de casa de la chica como tres calles, no le caía demasiado bien al padre de Jieun, pero estaba seguro que en esos momentos lo odiaría aún más, sobretodo si aquellos demonios le contaban quién sabía qué.

Realmente la culpa había sido suya, aunque ahora mismo solo tenía la capacidad para sentirse molesto, aunque no estaba seguro de con quién lo estaba más, si sus padres, Jieun o consigo mismo.

Se suponía que todo iba bien, ¿no?

Iba a tener que dar toda la vuelta a la ciudad para regresar a casa, el viaje había sido agotador, sobretodo por las dos horas que estuvo discutiendo con Jieun desde que ella decidió romper el silencio y estallar en cólera después de aquella estúpida conversación con sus padres.

Era sábado, así que cuando atravesó las calles de los pubs se encontró con varias personas fuera de los locales, saliendo y entrando, música estridente que salía de uno u otro lugar. Mantuvo la vista clavada en el suelo.

De repente una mano grande se posó en su hombro, sobresaltándolo y haciéndolo alejarse de inmediato, dispuesto a golpear a quien tuviese intención de robarle o algo parecido.

—¡Eh, Yoongi, hola!

Se relajó de inmediato al ver al más joven de los Park con el cabello alborotado, la piel bronceada brillante y muy sonriente. Tenía en la mano un vaso medio lleno con un líquido anaranjado e hielo picado.

—Hola, Taehyung.—Miró unos pasos atrás del chico, un grupo reducido de personas miraban en su dirección.—Saliste con tus amigos, ¿no?

El castaño miró hacia atrás, aquellos le sonrieron subiendo sus respectivos vasos y hablando cualquier cosa entre ellos que Yoongi no llegó a entender, se encogió de hombros y volvió a mirarlo.

—Bueno, hacía tiempo que no salíamos y a ellos les apetecía venir a un club y esas cosas...

Los letreros de neón se reflejaban sobre él y su piel brillaba en varios colores, algunos mechones de cabello estaban húmedos y el mayor supuso que el chico había estado bailando en el interior del local no hacía mucho.

Miró de nuevo a los amigos de éste, que seguían pendientes de ellos, sin acercarse, pero tampoco entrando de nuevo. Dio un paso atrás, con sus manos en los bolsillos del pantalón negro.

—¿Quieres tomar algo?—Preguntó el alto antes de que él abriese la boca para decir que se iba a casa.

—Eh... No, estás con tus amigos, yo creo que me voy a casa.

Taehyung sonrió, se acercó y pasó un brazo por encima de sus hombros con soltura. Yoongi comprobó que lo que hubiese estado bebiendo ya le había subido a la cabeza, porque normalmente el chico no era tan extrovertido.

🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora