Solo a ti

XIX (19) - CAPÍTULO

----AXEL----

"Fuerza... bla bla bla bla bla fuerza... bla bla bla bla bla fuerza... bla bla bla MALDITA FUERZA" Es la única palabra que he escuchado en esta maldita clase.

Hoy, odio la física más que nunca.

Fuerza... ¿De dónde rayos puedo sacar fuerza cuando siento que se llevan a mi novia de mi lado?.

De dónde se supone que sale la fuerza de una persona que siente que se le va todo, la vida, el amor y el corazón... Todo esto es Alina para mí.

Ya van dos días que no hablamos, ni siquiera la veo.

Me ha enviado mensajes diciendo.

-Buen día, amor.

-¿Ax, estás?

-AXELLLLLLL

-Axel, responde.

-Voy a cruzar a tu casa.

-¿Dónde estás? Tu madre ha dicho que saliste temprano.

-Ax...

-Juro que si no me contestas me las vas a pagar.

-Ok, no me respondas.

-CONTÉSTAME, MALDITA SEA.

-Por favor, necesito saber de ti.

Sin mencionar las innumerables llamadas.

La verdad sí estaba en casa, eran las 7:00 am, a dónde iba a ir. Comienzo clases en la universidad a las 10:00 am igual que su hermano y primo.

Dije a mamá que era Alina, que por favor dijera que no estaba o inventara algo, pero hoy no la quería ver.

Obviamente sí quiero ver a Alina, pero necesito estar el día sin verla y entender que en cualquier momento puede decidir ir con el chico que la salvó de morir hace años.

-¿Qué opina usted señor Lawrence?.

Levanto la vista y me encuentro con aquel profesor amante de la fuerza.

-¿Y bien, Señor?.- Vuelve a preguntar.

-Nada.

-¿No opina nada de la fuerza, Lawrence?.- Se cruza de brazos.

-Sí, he dicho que opino nada.

-Y sí opina nada, joven.- coloca su mano en mi asiento.- ¿Qué hace en mi clase?.

Quedo en silencio mirándole fijo a los ojos.

-¿Sabe qué?.- tomo mi abrigo.- Tiene razón, profesor. No sé que mierda hago en su clase si tengo cosas más importantes que hacer.

Todos los que hablaban quedan en silencio.

-Axel, no creo que sea la manera.- Dice Alan a mi lado.

-Así lo hago yo, Alan.- Me levanto del lugar.- ¿O qué, lo vas a impedir?.

Me incorporo de mi lugar y salgo del salón sin hacer ruido.

Ya fuera de la universidad me recuesto a uno de sus tantos árboles cercanos.

Dejo caer mi cuerpo hasta quedar sentado. Saco el aire pesado que hay en mí.

Mantengo los ojos cerrados con la cabeza sobre el tronco.

-Ya extrañaba verte.- Escucho a una chica frente a mí.

Abro uno de los ojos y levanto la vista. Se me dificulta un poco saber quien es gracias al sol.

-¿Hola?.- digo esperando descifrar el rostro de la chica.