XXIV (24) - CAPÍTULO

6.7K 347 5
                                    

----ALINA----

-¿Y luego?.

-Se fue.

-¿No dio una excusa o algo creíble?.-Pregunta Kimberly sentada a mi lado.

-No. supongo que fue con su madre o algo, estaba muy afectada.

-Claro.- dice Gael.- Con eso de que tu mamá se acostaba con su hermano y estaba embarazada de él, quién no está afectado.

-Tú Cállate, idiota.- le grito.- Todo es culpa del alcohólico de tu padre.

-Mi papá no tiene la culpa de...

-Sí tiene la culpa de lo que ha sucedido.- Le interrumpe Carter.

Quedamos en silencio.

Vamos en el auto de Carter, camino a no sé dónde.

Supongo que Carter se siente con la responsabilidad de hacernos sentir bien, al igual que Ethan y Aaron.

Ellos son como esos tres chicos más grandes que nosotras que a pesar de su edad siempre nos cuidan las espaldas, el trasero y la vida como dice mi padre.

Siempre han estado con nosotras para defendernos; incluso hoy, que el novio de Thalia nos acompaña. Aunque hay mucha tensión por la presencia de Jacob prestan mucha atención a Alan, no a Thalia, al menos que esto se vuelva una guerra, lo cual podría ser denominado la cereza del pastel.

Ellos han decidido sacarnos a las chicas y a mí de aquella vergonzosa escena para llevarnos a pasar un buen rato.

Mantengo la mirada fuera del auto, en la carretera.

Me pregunto muchas cosas. ¿Cómo estará mamá? ¿La madre de Axel? ¿Los abuelos con las preguntas de Cami?... Son tantas cosas que pasan por mi cabeza en este momento.

El auto se detiene frente a un restaurante en la calle principal camino a mi casa. Lo conozco bien, es donde vamos cuando Lucía tiene días libres.

Carter abre a mi, él lado del pasajero.

Da un largo abrazo y besa mi cabeza.

-¿Cómo estás?.- Su voz es calmada.

Quedo en silencio con mi cabeza sobre su pecho.

¿Cómo estoy?

Me autopregunto mentalmente.

Ni siquiera sé cómo estoy, qué siento, qué necesito, no lo sé, no sé nada.

-Estoy bien.- muestro la mejor sonrisa del día.

-No parece.- pasa su mano por un mechón de cabello, y lo esconde detrás de mi oreja.- Tienes aquel rostro de sufrimiento que lleva tu madre cuando no sabe qué hacer, así estás tú, mi niña.

Suspiro frente a mi tío y le abrazo con mucha fuerza hundiendo la cabeza del todo en su pecho, invadiendo mis fosas nasales con su empalagoso olor.

-Es cierto, no sé qué hacer con todo lo que está pasando. Siento que debo ser un apoyo para mamá y en cambio soy un gran dolor de cabeza, jamás me intereso por los demás si no por mí, mis insignificantes problemas.

-Puede que Susi sí te necesite, a todos realmente. Pero, que tú le digas que la apoyas puede significar muchísimo más de lo que esperas.- Responde Carter.- Pero no eres así, muñeca. Cada quien tiene maneras distintas de demostrar como ama a sus padres. De tus hermanos, Alan es el de los abrazos; Aaron en de las sabías palabras; y tú la tímida, la que no muestra sus sentimientos o pensamientos por miedo.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora