XXV (25) - CAPÍTULO

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----AXEL----

'Necesito hablar con alguien y siento que eres la persona más cercana a mí últimamente. Siento que voy a morir y necesito a alguien que me apoye'.

Es lo que ha dicho Jazmine en un mensaje.

Me prometí intentar alejarme de ella ya que eso me iba a traer problemas con Alina. Sé que aún no estamos bien.

Tanto es lo mal de la relación que la última vez que cruzamos palabras fue aquel día que el padre de Gael arruinó la noche, eso fue hace unas dos semanas.

A partir de ese día nos hemos visto mientes ella sale de casa, o por casualidad cuando ambos nos paramos en nuestras ventanas a mirar si aparece una señal de vida del otro, aunque la distancia sea mucha, veo sus ojos de decepción, no hemos hablado, no sé qué decirle. Esto se ha vuelto un juego de orgullo.

Tomo mis cosas y salgo de casa a encontrarme con Jazmine en aquella dirección que me ha dado.

-¡Axel!.- escucho mi nombre ser gritado por una niña.

Termino de cerrar la puerta y volteo encontrándome a Cami paseando a Molly fuera de patio de su casa.

-¡Hola Hermosa!.- le digo de igual manera.

Cruzo la calle hacia la niña.

Molly sale corriendo hacia mí y me agacho para darle todo el cariño que me he reservado mediante los problemas con Alina.

-Hola.- Sonríe Cami a mi lado dándome un largo abrazo.

-¿Cómo estás, muñeca?.

-Bien.- muestra esa hermosa sonrisa que me recuerda tanto a Alina.- paseando a Molly, porque Ali aún está dormida.

Echo a reír. Alina siempre duerme más de lo debido.

-¿Y tú princesita bella de papá?.- hablo a Molly.- ¿Cómo has estado bebé? Te he tenido abandonada pero eso dejará de ser así, volveré a visitarte.

Molly mueve la colita de alegría.

-Se puede saber ¿Quién dio permiso a Camila Diliver de sacar a Molly?.- Hablan desde la puerta principal de la casa.

Levantó la vista y me encuentro con Alina totalmente despeinada, con un pantalón que puedo llamar... Intento de pantalón corto y una franela. Pasa sus manos por sus aún dormidos ojos.

Sonrío al verla totalmente seria y afectada por el sol en su rostro.

-Fui yo.- respondo incorporándome con Molly en manos.

Alina intenta acostumbrarse a la luz. Luego de unos segundos al parecer ha descifrado mi rostro.

-Oh.- arquea las cejas.- El papá de la niña decidió aparecer.

-Siempre he estado.- Camino hacia ella tomando la mano de Cami.

-¿Siempre? cuando me la diste querrás decir.- se cruza de brazos.

Llego hacia ella.

Camila entra a casa tomando a Molly.

-Y aún lo estoy. Es solo que no puedo llegar a tu casa y poner a Molly de excusa para querer verte.

Niega con la cabeza y sonríe.

-Sí puedes. Tú y yo aún tenemos un tema pendiente el cual puede ser resuelto ya.- dice.

-¿Ya?.

-Sí, ya.- responde Alina.- ven, pasa.

-No puedo.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora