XLVII (47) - CAPÍTULO

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----ALINA----

-Wao.- Mantengo la mirada en la gran y abultada barriga de Kim.

-Alina... Se ve hermosa.- Nathalia me mira realmente mal.

-Sí, es cierto. Es solo que... la barriga está gigante.- Paso mi mano sobre el ya no plano vientre de Kim.

-Tengo seis meses.- Echa a reír mi amiga.- No es que tengo dos semanas, Alina.

-Tiene razón.- Thalia se encoge de hombros.

Quedamos en silencio contemplando a Kimberly quien nos sonríe.

-Lo siento, Kim. Si te hice sentir mal con el comentario.- Me levanto de mi lugar.- necesito ir al baño, estoy a dos segundos de hacerme pipí.

Kim aprieta mi maní antes de alejarme
Llego al baño y mantengo la mirada en el espejo de al frente.

Me veo totalmente distinta a las otras veces en las que he estado con mis amigas.

No es que sienta indiferencia. Es solo que todo está extraño en casa, he apartado a Axel poco a poco, En pocas semanas me voy a la universidad y toda ésta vida quedará atrás.

Se siente realmente raro hacer algo lo cual jamas me atreví. Pero, ahora que he ido a ver todo en aquella universidad. Siento que es lo que necesito.

Podré estudiar lo que quiero, con el apoyo de mi familia y seguro mis amigas.

Quizás no tenga todo lo que quiero. Pero, haré feliz a papá y a mamá.

Y principalmente... Seré feliz yo.

-¿Alina, Por qué dem...

Volteo y es Thalía quien me mira.

-¿Te pasa algo?.- Cierra la puerta.

-No.- Seco mis lágrimas.

-¿Por qué lloras?.- Se acerca a mí.

-Solo cosas que están pasando en casa.- Sonrío a mi amiga.- No te alarmes.

-Eres una llorona.- Echa a reír y toma mi mano.- Vamos que Kimberly está por contar bien lo de la reacción de sus padres.

Echo a reír y sigo los pasos de Thalía.

Ha llegado la comida a la mesa.

Decidimos tomar el día afuera ya que siempre estamos en mi casa o en la casa de las gemelas.

Kimberly habla animadamente con Nathalia quien sonríe igual que siempre.

No sé como le hace ésta mujer para estar feliz siempre.

-Listo.- Thalía toma asiento.

-Creía que te habías ido por el hueco del retrete.- Dice Nathalia.

-Ja... Que graciosa eres.- Sonrío sin ganas.

Vuelvo la mirada a Kim quien niega con la cabeza

-¿Y bien?.- Miro a Kimberly.

-¿Qué?.

-No ibas a contar de lo que te dijeron Roger y Karen...

-Oh, sí... Cierto.

Echa a reír y acomoda su pesado cuerpo sobre el asiento.

-Ya se saben ese cuento de que mi padre golpeo a Carter.

-Sí.- Decimos en coro.

Sí, es cierto que Roger golpeó a Carter.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora