XXXIX (39) - CAPÍTULO

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----ALINA----

-¿Estás loco?

-No.- sonríe.- no seas tonta, Alina. Hay que aprovechar.

-¿Qué cosa? ¿Que Susan no está y si se entera te matará?. ¡Además, me quieres fuera!

Las carcajadas de Alan inundan la cocina.

-Verás.- toma asiento diagonal a mí colocando sus manos frente a las mías.- Ya he hablado con Carter y Aaron.

-¿Y qué con eso?.

-Si ellos están de acuerdo entonces todo bien.

-No sé si recuerdas que Aaron está con tus hijos.

-Sí, Pero...

-Pero eres un idiota.- me levanto.- Si quieres has tu fiesta. Pero, Alina Diliver se quedará en casa.

Salgo de la cocina en dirección a la sala.

-¿Sabes?.- grita desde la escalera.- ¡Estoy pensando en ti para que no te aburras porque solo seremos hombres!.

-¡No me interesa!.- Dejo caer mi cuerpo en uno de los tantos sillones.

Parece que Alan no es de esta familia. ¡¿Está loco?! ¿Acaso no sabe que pasará si mamá se entera que ha habido una "Fiesta de hombres"?.

Primero, creo que es capaz de pensar que he sido yo la de la gran idea del desastre de Alan.

Segundo, tendré que ayudar a recomponer todo lo que será dañado o extraviado. Porque he ido a fiestas sé que muchas cosas se perderán.

Además, llevo mucho tiempo sin discutir con mamá. Desde el día que regresé del hospital todo fue distinto, su trato, sus palabras y tantas cosas.

Hace dos días regresó al viaje que había dejado a medias junto a papá.

La noche anterior papá entró a mi habitación pidiendo que durmiera con ellos. Acepté sin pensarlo, dormir con ellos es como renovar mi vida, todo lo malo se va.

Para mi mala suerte. A lo largo de la noche me sentía totalmente incómoda. Camila e Ian nos habían invadido. Desperté y fui a mi habitación.

Al despertar en la mañana encuentro a mamá a mi lado totalmente dormida

Ese día comprendí que nadie se preocupa más por nosotros que ella.

Sus ojeras movieron todo dentro de mí. Tomé en cuenta que esas marcas bajo sus ojos son señal de cansancio y preocupación. Sus tardes llegadas de noche por tener atraso en la organización de algún evento, las veces que pedía disculpas a mis hermanos y a mí por no poder cumplir con lo que prometió.

Pero, ahora sé que todo ese tiempo que lloré y me enojé por no salir con mamá fue por tener un buen futuro.

Ella para mí es símbolo de grandeza aunque no se lo demuestre.

-¡Hey!.

Levanto la vista.

-Es Thalia.- Alan pasa su celular a mí.

Le correspondo la llamada.

-¿Pasa algo?.- pregunto comenzando la conversación.

-Al parecer estás de malas.

-No, solo pensaba un poco.

-¿Sobre Axel?.

-No, tonta. Sobre Susan.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora