XXXIII (33) - CAPÍTULO

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----ALAN----

-¿Estás enojada?.- pregunto a Alina quien esta sentada a mi lado. Pero, me ignora por completo.

Mantiene la posición de hace unos segundos; en silencio, ignorándome y sin importarle lo que está sucediendo.

-Ali...

-Déjame en paz.

-No quiero que estés molesta.- coloco mi mano en su hombro.

Corre su cuerpo más a la izquierda quedando alejada de mí.

No quiero que esté molesta principalmente porque con ella me siento bien en todo momento.

La compañía de Alina es algo que me ha ayudado siempre. A pesar de los gritos, insultos y peleas ella y yo nos entendemos a la perfección.

Alina irradia aquella estabilidad emocional que cualquier persona necesita al estar triste.

Siempre ha estado para defenderme y hacerme entrar en razón.

Se defiende sola de cualquier persona y en cualquier situación.

Hoy más que cualquier otro día la necesito, aquí conmigo. Está en este lugar físicamente. Pero, su mente no. Necesito sentir su apoyo.

-Alina, por Dios...

Sigue mirando a otro lugar.

-¿Qué sucede?.- pregunta papá.

-No quiere hablarme.- respondo mirando a Alina.

Él toma asiento a su lado.

-¿Qué pasa, princesa?.

-Nada.

-Qué sucede con Alan. Recuerda que él necesita nuestro apoyo hoy.

-Y lo tiene.- responde indiferente.

-Disculpame.- vuelvo a hablar.

-No quiero saber de ti.- responde.

Me levanto de mi lugar y camino hacia ella.

Papá se levanta y camina hacia mamá cediendome su lugar.

Me siento y de inmediato me conecto con sus ojos.

-¿Tanto te molestó que fui sincero?.

-Eso no me molestó.- responde.- me molestó que le defendieras habiendo vivido conmigo lo que sucedió.

-No le estoy defendiendo. Defiendo tus sentimientos. No eres feliz con Sebastian porque piensas en Axel.

-¿Y por eso soy egoísta?.- sus ojos se cristalizan.

-No, eres egoísta por reprimir tus sentimientos hacia un chico. Obviamente no te quiero ver llorar, pero tampoco quiero que te sientas en la obligación de querer a alguien porque sí.

-Yo quiero a Sebas.- baja la mirada.

-Pero, no como pareja.- limpio aquella lágrima que se le ha escapado.- Lo quieres porque siempre ha hecho cosas por ti.

Suspira con los ojos cerrados.

Se acerca a mí y me toma en un abrazo de manera rápida.

Le correspondo de igual manera sólo que con mucha fuerza.

Sé que los sentimientos de Alina no son fáciles de entender. Mucho menos si se trata de amor. Ella es reservada en su vida personal, mucho más que Aaron.

Ella mantiene el margen entre la familia y sus relaciones. Por eso es llamada la solitaria por sus amigas. Ni siquiera ellas han sabido que hace Alina los días que no se comunica con ellas.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora