Los días siguieron pasando y Axel mantuvo su palabra de dormir fuera de mi puerta como un perro guardián.
La primera mañana la cual era Sábado no podía creer que estuviera allí. ¡No era normal! Nadie con cinco dedos en frente haría algo así.
Quise hacer de todo, hasta patearle, pero...
Mejor les cuento.
----Primera noche de Axel----
Escucho la puerta ser tocada.
No he tomado un baño. Estaba en mi meditación del día.
Corro con una taza de café en mano. Seguramente es Thalia, dijo que vendría.
Abro la puerta y sí, es ella.
-Llegaste algo temprano.- Digo al verle parada frente a la puerta.
-Sí.- sonríe con nerviosismo.- Pero, me encontré con algo inusual.- Muestra sus dientes exageradamente.
-¿Pasa algo?.
Voltea su cabeza a la derecha y vuelve a mirar con aquella tétrica sonrisa.
Salgo y me encuentro con Axel.
Lleva la misma ropa de anoche.
-No puedo creerlo.- Digo en voz baja.
-Creelo.- Dice ella echando a reír.
-Axel.- Le llamo.
No responde.
Se mantiene sentado con la espalda en la pared, dormido y seguramente muy incómodo.
-Axel.- Vuelvo a hablarle con más fuerza.
-Espera.- Thalia camina y se agacha a su altura. Da tres palmaditas a su rostro y es así como abre los ojos.
-¿Qué pasa?.- Pregunta luego de un largo bostezo.
-¿Qué rayos haces aquí?.- Pregunto.
-Te dije que dormiría aquí hasta que habláramos y solucionaramos todo.
-Te dije que no quería hablar más.
-Entonces aquí seguiré hasta que quieras.
-No puedo creerlo.- Tomo la mano de Thalia y la adentro al apartamento.
-Ali, espera.- Dice ella.- No lo puedes dejar allí.
-¿Allí durmió no?.- Sigo caminando.
-Alina...- dice mi nombre en un intento de regaño.
-¡Está bien!.- Golpeo el suelo con mi pie.
Salgo nuevamente y le miro.
-¿Entras?.- Pregunto dando un sorbo al café.
-No lo hagas porque Thalia te lo ha pedido.- Estira su cuerpo.- Además, te he dicho que te cuidaría desde aquí.
-Axel, por Dios. No eres un perro, ni un gato, ni ningún animal referente a cuidado personal.- nuestros ojos se encuentran y mi corazón salta.
-No insistas, no entraré.- una muy muy muy pequeña sonrisa aparece en su rostro, no aparta la mirada.
Ruedo los ojos y camino hacia él.
Al igual que Thalia me agacho.
Mantiene la mirada en mí.
-No te imaginas cuantas ganas tengo de tirarte este café encima, Axelito.- Sus ojos caen en mis labios, luego nuevamente mis ojos.
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Solo a ti
RomanceLuego de 'Algo en Común' No todos los finales son felices, no todos los ladrones son delincuentes, no todos los hijos son iguales a sus padres. El pasado puede ser el mejor o peor recuerdo que puedas tener, todo depende de que manera mires las accio...