Solo a ti

L (50) - CAPÍTULO

----ALINA----

-¡SORPRESA!.

Doy un brinco gracias a las miles de voces en la oscuridad.

-¿Qué es esto?.

Pregunto a Nathalia quien toma mi mano con fuerza.

-¡Ay, Ali!.- Dice con la voz totalmente delgada.- Te extrañaré tanto.

Comienza a sollozar.

Supongo que está a punto de llorar.

Aún las luces se mantienen apagadas.

-Pero, volveré.- Le aprieto con más fuerza.

Las luces son encendidas mostrando a las personas cercanas a mí.

Todas mirándome con tristeza.

Nathalia se pega a mi pecho con fuerza y me rodea con su brazos.

-No llores.- Digo a mi amiga.

-No tendré con quien pelear.

-Pe...

-¿Quién me llevará la contraria y me hará enojar siempre?.- Esto me parte el alma.

Le correspondo el dulce abrazo con amor.

Ciertamente la extrañaré demasiado. Desde bebés ha sido con la que discuto y peleo. Y aún así sigue a mi lado y yo al suyo.

-¡Ali!.- Grita Thalia corriendo con emoción hacia mí en busca de un abrazo. Pero, al parecer no hay lugar para ella.

Me encojo de hombros aún con Nathalia encima.

-Nathalia.- Le habla su hermana.- Deja a Alina que no eres la única que la quiere abrazar.

Nathalia le ignora y me abraza con mucha más fuerza.

Las carcajadas inundan la habitación.

-Nathi, bebé.- Su padre le toma del brazo.- Ven, abrazame a mí.

Ella levanta la vista y le mira realmente seria.

-Tú no eres, Alina.- Vuelve y me aprieta.

-Ya, enserio. Me vas a ahogar Nathalia.- Intento quitarla de mi pecho.

Ella absorbe su nariz y solloza en seco.

Abraza a Kevin y se aleja de nosotras junto a él y Carla quien ríe de su hija.

-Ahora sí.- Thalia me abraza.

-No puede ser.- Digo en voz baja por el nuevo contacto físico.

-Tendrás que aguantar mucho abrazos hoy.- Echa a reír.

-Tenías que avisarme para prepararme psicológicamente, Thali.

-Era una sorpresa.- Se aleja de mí y toma mis manos.- Además, no fue fácil. Nadie quería hacer ésto porque decían que iban a llorar y demás cosas. Por mi parte ya sabes...

-Siempre fuerte.- Decimos en unisono.

Echo a reír y muestro una sonrisa.

No me pone triste el irme a otro país porque sé que no se olvidarán de mí.

A pesar de todo lo que ha pasado o pasará estamos bien. Mi familia se ha desintegrado y seguimos con vida. No feliz como antes, simplemente bien.

Hace un mes papá se fue de casa y no ha vuelto. Sí lo seguimos viendo y sí sigue siento nuestro sustento.

Es solo que vive en un apartamento que tenían él y Susan en su juventud y está totalmente solo, sin nadie que le diga a diario cuanto lo ama y le abrace cuando sienta la soledad besar su cuerpo.