XLVIII (48) - CAPÍTULO

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---AXEL----

La indiferencia que ha tenido Alina hacia mí estas últimas semanas ha sido agonizante.

No sé qué es lo que sucede con ella o lo que pasa por su cabeza. Pero, me tiene algo estresado con su actitud.

He pedido hace dos días a Aaron que hablara con ella.

No quiere siquiera verme.

Ayer bajé de mi auto y la vi caminando hacia su casa. Mi reacción fue llamarla y correr hacia ella.

Tuve la oportunidad que me mirara a los ojos con aquella fría mirada que la caracteriza.

Pregunté como estaba y ella se limitó a contestar con un no animado bien.

Entró a su casa y me dejó allí de pie como el gran idiota que soy.

Hoy estoy dispuesto a saber qué es lo que le está pasando. Al menos estoy en la plena seguridad que no he sido yo quien ha hecho algo malo esta vez.

Estoy en su habitación. No es de imaginarse todo lo que tuve que hacer para que sus padres no me vieran entrar.

Alina se mantiene cruzada de brazos sin despegar su mirada de la mía.

Sus ojos me dan a entender muchas cosas las cuales no sé como interpretar.

-¿Estás bien?.- Pregunto sin apartar la mirada.

Alina asiente y camina hacia mi lado tomando asiento.

-¿Necesitas algo?.- Pregunta indiferente.

-Saber de ti, saber cómo estás.

-Pues, estoy bien.- Junta sus piernas.

-Me has estado evitando.- Susurro.

Muerde sus labios y baja la mirada.

Sus cabellos tapan su rostro por lo cual no sé que expresión lleva.

-¿Te hice algo?.- Vuelvo a hablar.

-No.- dice en voz baja.- Solo quiero aprender a vivir sin tenerte cerca.

Mantengo silencio.

No entiendo...

-¿A qué te refieres?.

-Iré a la universidad, Axel.

-Me alegro por eso, Ali. Pero, aún no entiendo por que has tomado esa actitud.

Levanta la mirada nuevamente, sus ojos están distantes, como si necesitara tomarse un tiempo de todos a su alrededor.

-No es aquí en este país.

-¿Dónde irás?.

-Argentina.- Sus ojos se apagan.

-¿Por qué tan lejos, amor?.

Es ahora que siento mi pecho apretarse. Quizás porque que se va y no regresará hasta las vacaciones, quizás porque que puede comenzar una vida nueva en la cual yo no estoy incluido.

Solo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora