Cafuné | Pedri & Gavi

8.- ¿Quieres que pare?

No debieron escuchar las alarmas a la mañana siguiente, o las apagaron todas volviendo a dormirse. Porque cuando finalmente se despertaron, se dieron cuenta de que tenían que estar abajo desayunando en 5 minutos. No tuvieron tiempo para mimos, para remolonear en la cama y casi ni si quiera para hablar. Se levantaron como resortes y Pedri se fue corriendo de la habitación para ir a cambiarse en la suya. Y en tiempo récord, estaban los dos en el ascensor vestidos, pero con unas caras de dormidos que les hicieron reír cuando se vieron en el espejo.

-Buenos días - Dijo Pablo con una risa negando con la cabeza - Somos un desastre.

-Buenos días - Contestó con una sonrisa mientras salían y se dirigían al comedor.

-Eh - Habló parándole con una mano en el brazo mientras con la otra le cogía de la nuca y le plantaba un beso en la mejilla - Felicidades, otra vez.

-Sh, calla - Dijo poniéndose un dedo en los labios - A ver si estos no se acuerdan, que no quiero que la líen.

Gavi rió cogiéndole del brazo y tirando de él hacia el comedor. Y en cuanto entraron, Pedri se dio cuenta de que no, no se les había olvidado. Habían decorado un poco el comedor, con algunos globos y una pancarta que decía "Pedri, estás más bueno que los plátanos de canarias". Todo el equipo estaba de pie al rededor de la mesa donde solían sentarse y habían puesto de fondo la canción de "Cumpleaños Feliz" mientras cantaban a voces y de forma descoordinada. Pedri se quedó petrificado en la puerta con cara de shock y el sevillano, que se partía de risa a su lado, tuvo que tirar de su brazo para llevarle hasta la mesa, donde entonces vio también una tarta enorme con su cara en medio.

-Os voy a matar a todos - Habló finalmente rodando los ojos pero sin poder evitar la sonrisa que se abrió paso en su cara.

-¡Ven aquí, Pedrito! - Exclamó Ferran mientras él y Ansu se acercaban para atraparle en un abrazo, ambos gritando un "Felicidades" que casi le dejó sordo.

-Muchas felicidades, golden boy - Dijo Luis Enrique acercándose con una sonrisa y abrazándole con un brazo para después darle una colleja flojita - Ojalá muchos más años teniendo el placer de ser tu entrenador.

Y poco a poco fueron acercándose todos sus compañeros para felicitarle, algunos con abrazos y otros con palmaditas en la espalda o despeinándole con cariño. Pedri les agradeció a todos y sintió que se le aguaban los ojos al sentirse tan querido y aceptado por el equipo. De momento estaba siendo uno de sus mejores cumpleaños y quería disfrutarlo todo lo que pudiese.

-Va, tío ¡Sopla la velas! - Exclamó Llorente cuando todos habían vuelto a su sitio.

-Pero pide un deseo antes - Añadió Sarabia haciendo que todos asintiesen.

Pedri se inclinó sobre la mesa para acercarse a la tarta mientras pensaba algún deseo. Miró de reojo a Pablo, que estaba a su lado con una sonrisa que le llegaba a los ojos y supo perfectamente lo que quería pedir. Cogió aire y sopló las 20 velas de golpe, haciendo que sus compañeros le aplaudiesen y empezasen de nuevo a cantar. Cuando finalmente todos se calmaron un poco, se sentaron en la mesa y a Pedri le tocó cortar la tarta para repartirla entre todos, ya que su entrenador les había dejado saltarse un poco la dieta por el día.

-Tú lo sabías - Dijo Pedri cuando terminó de repartir la tarta y se sentó en su sitio, girándose hacia Gavi que no había dejado de sonreír.

-Claro que lo sabía - Contestó riendo - ¿De quién te crees que fue la idea?

Pedri le miró sorprendido, no se había dado cuenta de nada y resulta que el sevillano había estado hablando con todo el equipo a sus espaldas para organizar todo eso.