Cafuné | Pedri & Gavi

17.- El corazón.

Cuando Pablo salió del baño, su mundo volvió a desmoronarse. Se había mentalizado, se había repetido 20 veces en su cabeza que iba a salir y Pedri no iba a estar ahí. Lo tenía medio asumido, pero ver que era real, que la habitación estaba vacía, terminó por destrozarle. No importaba lo mucho que se hubiese preparado, su pecho se llenó de tanta tristeza, soledad y desilusión que tuvo que sentarse en la cama para no caerse al suelo. Se había acabado, Pedri se había ido y con él se había llevado cualquier rastro de esperanza que quedase en él.

No se veía capaz de estar solo, no sabía lo que sería de él si se quedaba más tiempo en esa habitación en la que todo le recordaba a Pedri. Así que se vistió rápido, intentando respirar a través del nudo que se había formado en su garganta. Y en cuanto terminó de recoger todas sus cosas, salió de la habitación en busca de la única persona a la que quería ver en ese momento. Ansu le abrazó en cuanto abrió la puerta de su habitación y le vio ahí parado a punto de echarse a llorar. No preguntó nada, quizás porque sabía que no sería capaz de hablar en ese momento, pero le abrazó con tanta fuerza que Pablo no pudo contenerse más. Se rompió en un llanto que parecía arrancado directamente de su corazón y dejó que su amigo le metiese en la habitación y susurrase palabras reconfortantes en su oído. Lloró, lloró y lloró hasta que sintió que se quedaba sin lágrimas y cuando finalmente, su cuerpo dejó de temblar y consiguió respirar, se sentó en la cama de su amigo. Ansu no se separó de él, abrazándole con un brazo y dándole tiempo para que se relajase. Hasta que la preocupación pudo con él y tuvo que preguntar.

-¿Qué ha pasado con Pedri? - Preguntó sabiendo de sobra que si Gavi estaba así, solo había una razón.

-Que todo se ha ido a la mierda, eso ha pasado - Contestó como pudo entre lágrimas mientras intentaba coger aire para no ahogarse por la emoción que le oprimía el pecho.

-Toma - Dijo Ansu estirándose para coger una botella de agua y ponerla en sus manos - Bebe agua, respira, cálmate y me cuentas.

Pablo le hizo caso, bebiendo tragos largos de agua para intentar deshacer el nudo de su garganta. Respiró hondo un par de veces y cuando se vio con las fuerzas suficientes, se lo contó todo. No sabría decir cuánto tiempo estuvo hablando, pero cuando terminó, Ansu le miró en shock un par de segundos antes de volver a abrazarle.

-Joder, ven aquí - Murmuró poniendo una mano en la cabeza de Gavi y abrazándole con fuerza mientras intentaba procesar todo lo que le había contado el menor - Lo siento, Gavi. Es todo una mierda, no sé qué decir.

-Si me quisiese de verdad, no me haría esto - Susurró escondiendo la cabeza en el pecho de su amigo.

-Gavi, no digas tonterías - Resopló Ansu, separándose para mirarle a los ojos - Sabes que eso es mentira, Pedri te quiere más que nadie.

-Quiero entenderle - Murmuró agachando la cabeza - Pero me cuesta creer que si me ama tanto como dice no quiera estar conmigo.

-Claro que quiere - Replicó con toda la paciencia que pudo. Sabía que Gavi solo estaba diciendo eso porque estaba dolido, que en el fondo entendía que Pedri lo hacía todo pensando en su bien. - Pero sabes de sobra que si no podéis estar juntos, no es culpa de Pedri.

-Joder, ya lo sé - Suspiró asintiendo, su cabeza estaba hecha un lío y aunque quería enfadarse con Pedri, sabía que no podía - Sé que no es su culpa, pero si yo estoy dispuesto a dejarlo todo por él... ¿por qué no lo acepta y ya está?

-Por ti, Gavi - Contestó con una mueca triste - Lo hace por ti. Pedri siempre ha tenido un solo objetivo y ha sido cuidarte, protegerte. Y aunque no sea su obligación, aunque tú no quieras que lo haga, siempre va a poner tu felicidad por encima de todo. No puedes decir que eso lo haría alguien que no te ama.