03

1.3K 172 10
                                    

La cálida mañana había llegado a la región de Gyeop y yo ya estaba preparado para todo lo que se me venía encima el día de hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La cálida mañana había llegado a la región de Gyeop y yo ya estaba preparado para todo lo que se me venía encima el día de hoy. Apenas volví a la casa ayer en la noche, unos trabajadores me cortaron el paso para notificarme el itinerario de hoy.

Al parecer los lobos querían que el matrimonio se concretara rápidamente para así volver a sus tierras lo más pronto posible.

Por mi parte me importaba poco lo que pasara de hoy en adelante.

A pasos tranquilos caminé hasta el comedor donde me esperaba mi familia y los dichosos invitados, mi hermano parecía no querer acompañarnos hoy. Genial.

Con un suspiro me senté frente al alfa que sería dentro de poco mi marido y me dispuse a analizarlo como él lo estaba haciendo ahora conmigo también. Era una batalla de miradas.

No era tan alto como lo pensé en la primera impresión, solo tenía unos centímetros menos de los que mi hermano poseía, pero lo que lo diferencia de él es que este hombre tiene una presencia abrumadora. Que impone y demuestra altura, por eso lo creía enorme.

Ahora que lo veía sentado no me parecía la gran cosa, aun así, no dejaba de transmitir esa sensación. Ese peligro inminente del que él podría jactarse, yo lo sentía. Como si aquel hombre fuese el cazador. Irónicamente.

Era un depredador.

Calmado y con los ojos puestos en mi comenzó a hablar.

—Quiero que sepan que es un honor para mí ser el punto de unión de dos grandes culturas— desvió su mirada de mi a la de mi padre —Estoy muy agradecido rey Yong-Sun.

Mi padre sonrió complacido.

Yo por mi parte entrecerré los ojos.

Falso.

Se notaba de lejos que todo era un show que honor ni que nada, este hombre odia tanto como yo este matrimonio y parece ser que el único que se daba cuenta de ello en este lugar era yo.

Pero él no era el único que sabía actuación.

—Gente de Loorc, estoy muy complacido por tenerlos aquí, y que hayan decidido unirse a nosotros a pesar de no saber mucho entre ambos, nada si me atrevo a decir— La pasivo agresividad obligaba a mi rostro a alzar una sonrisa. Hueco.

—¡Pero eso es muy fácil hijo! — Mi padre en su alegría, pareció no haber captado mi sarcasmo. —Si lo que quieres es saber más de Hyunjin pueden retirarse al jardín, allí les llevarán el desayuno y podrán conversar a solas.

Viejo canalla, le dio vuelta a mis palabras como quiso, sabe muy bien que esa no era mi intención.

Le fulminé con la mirada.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora