51

446 65 16
                                    

El viaje duró aproximadamente 8 horas, en los cuales nos hayamos adentrando cada vez más entre la naturaleza y flora, era increíble pensar que en algún punto del trayecto perdí la noción sobre en donde estaba parado, no tenía idea y solo a mi alre...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El viaje duró aproximadamente 8 horas, en los cuales nos hayamos adentrando cada vez más entre la naturaleza y flora, era increíble pensar que en algún punto del trayecto perdí la noción sobre en donde estaba parado, no tenía idea y solo a mi alrededor había más y más vida.


Como si de un parpadeo se tratase de pronto estábamos dentro de un túnel enorme; no veía la luz solar, pero flores e insectos con luz propia se encargaban de iluminar toda la zona. Era un escenario maravilloso, era parecido a cuando conocimos a nuestro amigo Seungmin, era casi igual a donde él vivía, pero este túnel de por si era más grande, como si de la nada me hubiese teletransportado a otra dimensión.


A un mundo mágico.


De puro instinto me llevé las manos a mi ya notable vientre, dando cobijo. La calidez que ellos me transmitían solo podría decirme que todo saldría bien, que fuese lo que sea más allá de esas murallas de pura hoja y ramas, todo iría a la perfección.


No tuve constancia del tiempo hasta cuando las dos chicas, Minju y Chaewon detuvieron su andar frente a una cascada, que caía fuerte y prominente contra las rocas del suelo, desconocía su verdadero punto de parte, pero eso no era lo importante ya que un momento a otra, la mujer de cabellos negros sacó de su bolsillo una piedra lo suficientemente grande como para ocupar toda tu mano, dijo unas palabras en un idioma en el que fui incapaz de descifrar y un leve temblor surgió bajo nuestros pies.


Yo no podía creer lo que mis ojos veían, como si de un mecanismo avanzado se tratase la cascada pareció moverse, más allá de ella ahora se sentía hueca, donde antes había una muralla de rocas ahora solo parecía ser la nada.


—Van a tener que mojarse un poco.


Había comentado la alfa ciervo antes de entrar sin ningún tipo de remordimientos a la feroz cascada, no pareció inmutarse y en cuestión de segundos ella ya no estaba. La otra chica, más risueña que la anterior nos sonrió antes de desaparecer por el agua de la misma forma.


Entre Yeong-Dae, Jun-Seo y yo nos miramos las caras por unos momentos y luego de haber asentido cruzamos hacia el otro lado en el mismo orden.


Tras de mi pude sentir como la muralla de rocas volvía a su lugar.


Ahora el escenario era diferente, si antes abundaba la flora y volaban insectos luminosos a nuestro alrededor ahora solo quedaba poco vestigio de ello. Ante mi vista grandes y hermosos cristales decolores rodeaban la zona, eran piedras preciosas y seguramente minerales valiosos que jamás creí pensar que existían.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora