31

541 86 19
                                    

Por unos segundos el hombre de ojos verdes se había quedado mudo ante mis palabras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por unos segundos el hombre de ojos verdes se había quedado mudo ante mis palabras.


Yo que era serio y sincero continué. —Así que no permitiré que Hyunjin sufra por tu culpa. — Jeongin quería hablar, pero yo no lo dejaba— Yo protegeré a mi esposo sea como sea, no me interesan tus intenciones o motivos, así que piensa muy bien tus decisiones.


Y sin más me marché de allí, estaba algo molesto en realidad, al final no había entendido muy bien que quería en verdad aquel hombre, que de él no me fiaba ni un pelo. Pero cualquiera que fuera su intención, yo no cedería.


Fuera de la sala más allá pude ver a Hyunjin que me miraba preocupado. Me acerqué.


—¿Y qué pasó con él? — El hombre preguntaba. Yo le sonreí en un intento de tranquilizarle, aquello sería difícil.


—No termino por entenderlo, pero confía en mi— Respondí.


El de cabellos negros suspiró, como si le restara importancia me abrazó, pero yo pude notar como su mueca de preocupación no desaparecía de su rostro. Obviamente no me quedé quieto.


—¿Ocurre algo?


Él negó, pero de inmediato confesó. —Conversé con mi padre sobre lo que pasó en la misión de Innie...


No terminaba por entender por qué tanto drama por algo así hasta que mi mente comenzó a confabular, de inmediato, como algo al caer, un mal presentimiento me invadió. Oh no. Ante mi expectante silencio el continuó con lo que sea que iba a decir.


Cosas que no me terminaron por gustar.


—El rey me ha pedido que fuese a vigilar la frontera por un tiempo— Había dicho mirándome a los ojos— Sería una misión de un mes.


De pronto sentí como si un gran peso cayera sobre mis hombros, de hecho, casi me desestabilizaba, justamente ahora, cuando estábamos tan bien en nuestra relación. Él tendría que marcharse por este tiempo. Obviamente no pude ocultar la expresión de mi rostro, ya que de inmediato sentí como él me apresaba entre sus brazos, con fuerza.


—Perdóname Felix— Escuchaba su susurro doloroso en mi oído, mi corazón sufría— No quiero alejarme de ti, pero es algo inevitable.


Yo, después de unos segundos de pura agonía y aquella sensación en mi garganta que tan bien conocía, asentí.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora