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Un subidón de emociones adrenalínicas me embargó frente a la escena que tenía de frente

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Un subidón de emociones adrenalínicas me embargó frente a la escena que tenía de frente. Yo gruñí en molestia y sin esperar a más salté a él. El alfa quien parecía no esperarse ese movimiento de mi parte o que aún tenía las manos demasiado ocupadas con el pobre guardia del rey, que no pudo esquivar mi golpe certero a uno de los costados de su rostro.


Había caído al suelo unos cuantos metros más allá. Yo abrí la boca molesto— ¿Qué es lo que pasa contigo? — Cuestioné avanzó hasta llegar a él, a la espera de que me golpease y poder esquivarlo—Tengo asuntos importantes qué hacer, no puedo perder el tiempo contigo.


El hombre, que se había recompuesto y ya de pie en el suelo me miraba serio. —Lo sé.


Había dicho.


Yo que no entendía muy bien le pregunté— ¿Qué has dicho?


—Que lo sé maldición, ¿tenías que saltar a pegarme? —El hombre tranquilo, como si estuviese hablando del tiempo se estiró y tocó su mejilla donde antes le había golpeado. Todo me parecía tan fuera de lugar. —Yo lo sé todo, ¿sabes todo el tiempo que he estado esperando para que estuvieses solo?


Yo en silencio no sabía que responder. ¿Como que lo sabía todo?, un escalofrío me recorrió la columna vertebral.


—Tu perrito faldero no te quitaba la vista de encima, entiéndeme—El seguía con sorna. —He tenido mucha paciencia.


Mi cabeza daba vueltas, de pronto, al entender la situación y los hechos, como un rompecabezas un escalofriante sentimiento se estableció en mí. ¿Acaso este hombre había estado esperándome a escondidas todo este tiempo? Mientras viajábamos, dormíamos y demás. Me parecía algo totalmente descabellado, yo di un paso atrás alarmado.


Pero rápido me recompuse, no tenía tiempo para lidiar con locos desquiciados ahora mismo. Debía ir a por Minho.


—Eso no es realmente asunto mío— Escupí— No puedo darte una pelea ahora mismo y si has hecho lo que creo que estoy pensando, debes saber de sobra el por qué.


El hombre sonrió cínico, maldición era cierto, él había escuchado todo el plan de Minju y lo que pensábamos hacer, es más, no me sorprendería si incluso supiese más de lo que debería. —Si no me hubieras golpeado te habría dicho— El sujeto miró hacia la pila de hombres fuera de combate que se hallaba más allá en el suelo. —He despejado tu camino, cuando todo esto acabe tú y yo ajustaremos cuentas Felix.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora