30

605 90 12
                                    

Cuando logré llegar al fin al primer piso del enorme castillo me encontré con Hyunjin, quién venía acompañado de varias personas, entre ellas Yeongin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando logré llegar al fin al primer piso del enorme castillo me encontré con Hyunjin, quién venía acompañado de varias personas, entre ellas Yeongin. Yo ni tonto ni perezoso me acerqué a ellos. Siempre alerta, dispuesto a actuar en contra del mínimo ataque. Y si, en este corto plazo de tiempo yo había cambiado.


Yo siempre supe que era un omega que realmente no cuidaba de sí mismo, yo lo sabía muy bien, que jamás me hubiera dedicado a pensar en las consecuencias de mis temerarias acciones, siempre dispuesto a enfrentar a todo lo que se atreviese a cruzar por mi camino. Luchar con quién fuera, incluso si eso me costaba algunos huesos rotos, a mí no me importaba nada.


Pero ahora todo era un cantar diferente.


Un sentimiento que había estado muy oculto en mí pareciera que hubiera renacido desde que supe que dentro de mi crecía vida.


Tener al hijo de Hyunjin en mi vientre me cambió por completo. Yo, que era tan loable, cambié. Ahora estaba siempre pendiente de quién me rodease, de que si era o no una amenaza para mi bebé. Yo me había vuelto receloso con todo, y ni pensar en el hombre lobo de cabellos naranjas.


Con una mano protectora sobre mi aún plano vientre llegué hasta ellos, Hyunjin quién fue el primero en darse cuenta de mi presencia, rápido corrí a sus brazos, los cuales me correspondían gustosos.


—¿Pasa algo? —Era obvio que sí, pero yo hice como que no sabía nada, solo para que me incluyesen en su futura discusión. Ante mi pregunta, mi hombre asintió serio.


El hombre rubio no me quitaba la mirada de encima, podía sentirlo. —Innie ha traído malas noticias sobre la frontera. —Comenzó a explicar, yo lo observaba atento. —Pero primero debemos ir a un lugar más seguro para hablar de este tema.


Yo acepté gustoso, podrían llamarme entrometido pero este tema de las invasiones de gente de todo territorio me ponía los pelos de punta. Rurk al ser una región costera sería el primer blanco donde llegarían los enemigos, yo no podía dejar pensamientos de mal augurio en mi cabeza.


De pronto, ante tanta insistencia me volteé a mirar al alfa rubio dispuesto a no ser intimidado por nadie. —¿Hay algún problema conmigo Yeongin? — Le pregunté.


De pronto mil pares de ojos se posaron en nosotros deteniendo obviamente nuestra caminata. Hyunjin se veía confundido.


El aludido puso una expresión incómoda. —¿Por qué lo dices? —Aludió— Estoy seguro de que no te hecho nada.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora