61

448 71 6
                                    

Yo me quedé mirando, casi incrédulo al hombre que osó decir aquellas palabras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo me quedé mirando, casi incrédulo al hombre que osó decir aquellas palabras. No sabía si era un chiste o no.


—¿Me estás diciendo que tú no querías saltar en aquel momento? — Tal vez yo era demasiado escéptico.


Hyunjin solo tenía aquel rostro, tan vacío, despojado de emoción alguna. Donde yo me atrevía a cuestionar si aquel hombre era el mismo que había conocido 7 años atrás. Pero su expresión se suavizaba, igual que en aquellos tiempos, entonces todas mis preocupaciones se esfumaban.


Aun así, yo era testigo de aquellos cortos momentos, casi inéditos en los que aquel alfa parecía no tener alma. Sinceramente, hasta llegaba a asustarme, pero ahora yo no estaba solo y cualquier cosa que pudiera pasar, sabría como confrontarlo.


O eso me forzaba a pensar.


—Ese día... —Hyunjin hizo una pausa— Era como si de una tortura se tratase, Felix— Él me miraba suplicante— Miles de voces me atropellaron los oídos, debes creerme.


Yo me alejé de él, ya fuera de la cama. Me abracé a mí mismo.


De verdad que no quería verme, herido ni despechado, pero aún tenía aquel punzar de resentimiento contra este hombre. Tal vez aún no superaba aquel momento, donde él me abandonaba.


Yo lo amaba, pero eso no quería decir que lo había perdonado.


Mi mirada estaba puesta sobre el suelo.


— Hyunjin...— Mi voz involuntariamente sonaba herida— Ese día viví uno de mis mayores miedos, te vi fuera del círculo y tú... ahora me estás diciendo todo esto de unos espíritus y voces que no logro entender.


Estaba lo de Seungmin, pero el chico era un elfo, uno de los más fuertes. Me costaba entender o quizás era que no quería entenderlo.


Tal vez quería culpar. Quería hacerle saber lo mal que me hizo.


Hyunjin a grandes zancadas se acercó a mí, trató de abrazarme, pero yo pude notarlo, no tenía el coraje de hacerlo. Como si un fino muro se hubiese construido entre nosotros.


El hombre al fin había vuelto y habíamos pasado un bonito momento juntos, un reencuentro necesario para los dos, pero la vida no era así, yo sufría. Yo tal vez no quería que fuera un lindo momento porque así no sería la realidad.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora