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El viaje de vuelta fue en completo silencio, luego de haber abandonado el territorio de los elfos tanto como Yeong-Dae, como Jun-Seo y yo no pronunciamos palabra alguna

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El viaje de vuelta fue en completo silencio, luego de haber abandonado el territorio de los elfos tanto como Yeong-Dae, como Jun-Seo y yo no pronunciamos palabra alguna.


La voz del rey elfo perduraba en mi mente, su oferta y el cómo vamos a contarle todo esto a los demás. Era una buena idea, sinceramente yo creía que lo mejor era escondernos por un tiempo hasta tener unas buenas cartas sobre la mesa. Me gustaba la idea, pero no sabría si a los demás sí.


La monarca de los tigres no decía nada, pero estaba claro sobre lo que ella pensaba ante toda esta situación, lo que me inquietaba era su silencio.


Luego de aquella propuesta por parte del rey elfo nosotros solo discutimos un poco más con él y abandonamos el lugar al momento, era una situación crítica que debía ser atendida al instante donde para ello debíamos consultar con Hyunjin y demás lideres del campamento. Era claro que a muchos no le gustaría nada el hecho de esconderse bajo tierra, la noticia de que los elfos existen y de pronto verse obligado a convivir con ellos iba a causar un gran shock, más si de civiles y el pueblo se tratase. Pero yo estaba decidido.


Quiero llevar a mi gente a un lugar seguro donde las balas no lleguen, donde puedan dormir tranquilos, en un lugar para vivir dignamente, no tiendas de campaña. Lo que más me aterraba era ver casi todos los días a mi esposo marcharse al amanecer junto a su escuadrón a luchar sin saber si volvería con vida o no, era mi mayor miedo, mi pesadilla y si huir bajo tierra iba a acabar con ello, yo felizmente lo aceptaría.


Tardamos por lo menos unas buenas horas en volver, para cuando vimos las puertas del campamento el sol había desaparecido y solo la luna reinaba en lo alto. Aun así muchos esperaban expectantes a nuestra llegada, lo pude notar cuando al momento de llegar un gran grupo custodiaba la gran puerta.


—¡Felix!


El grito de Hyunjin mientras corría hacia mi desvió toda mi atención en él, quitando de mis pensamientos toda inseguridad o preocupación. Apenas el alfa llegó hasta mi yo salté a sus brazos sin dejarle hacer mucho.


El hombro rió mientras me abrazaba de vuelta, sentía sus brazos temblar como si hubiese temido a algo, apenas nos separamos yo lo miré, buscando su mirada, pero nada había allí más que preocupación y cariño. Hyunjin comenzó a ver si no venía lastimado o eso parecía al verle concentrado mirando mi vientre.


Tras él venían todo el grupo de gente encabezando Min-Joon y Jeongin, el primero corrió hasta mi quitando de en medio al lobo alfa.

Wolf a BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora