Llamar tu atención | Exequiel Zeballos

Corte

Estaba acostada en la cama mientras miraba tik toks, la verdad era domingo, el último día de la semana, mañana no tenía facultad por piquete, así que solo me quedaba estas al pedo todo el día.

Le dí like a un edit de mi novio, la verdad me gustaba la creatividad y todas las fotos y videos que usaban, Exe salía muy lindo en todas.

-Gor, llegue- escuche a Exequiel desde la sala y espere a que apareciera en mi campo de vista- hola amor, que hacías?

Dejo su bolso de entrenamiento en el piso y se tiro al lado mío en la cama, yo deje el celular en la mesita de noche y rodee mis brazos en el cuerpo de mi novio.

-Nada, con el cel- dije mientras escondía mi cara en su cuello- como te fue?

-Re cansado, nos hicieron hacer una banda de cosas y no doy más, ya me bañe allá, así que quiero estar así un ratito y me voy a dormir abajo del aire, hace un calooor.

Y no exageraba, creo que cuando me fije en cuantos grados hacían decían algo así de 37° de sensacion termica.

Y ya son más de la seis de la tarde.

-Tenes razón, voy al baño- avise y me separe de el, ya que había colocado sus manos en mi cintura, el me dejó libre y fui para hacer mis necesidades.

Me moje la cara y la nuca para evitar desconpensarme por el calor, cuando me estaba mirando al espejo, de repente la luz del baño se apago, frunci el ceño, apreté en interruptor por las dudas pero nada.

-Nooooo- salí del baño y en el cuarto me encontré a mi novio en el piso de rodillas abajo del aire que, como no había electricidad, estaba claramente apagado.

Suspire y me dije en el grupo del edificio, habían cortado la luz de toda la manzana para arreglar un poste y no se que más.

-Exequiel, deja de poner el grupo del edificio en archivados, por eso nunca nos enteramos de nada- lo rete soltando el celular en la cama, el no me dio pelota, solo le estaba llorando al aire acondicionado.- ya esta gordo, dice que no va a volver hasta la noche.

-Por que me abandonaste? Yo pensé que te hacia feliz al igual que vos a mi- decía mirando con lastima el aparato blanco.

Rode los ojos, ni a mi me lloro tanto el hijo de puta.

Me tire en la cama, aprovechando que aún estaba fría y pensando en que íbamos a hacer ahora. Exequiel y yo vivíamos con el aire acondicionado pegado a nosotros, en verano esa era nuestra salvación, pero ahora?

Yo en parte estaba acostumbrada, en mi casa no había aire, solo ventiladores, pero no creo que mi novio lo soporte.

Cuando sentí que el aire caliente se había plasmado en toda la cama, me levante y camine hacia la sala, me tire en el piso, volteé mi cabeza mirando como Milo tomaba de su agua a dos manos casi y lo entendía.

Sentí los pasos de mi novio llegar a mi lado, se acostó al lado mío y se empezó a quejar del calor.

-Que hora e'?- pregunto con los ojos cerrados, agarre mi celu y le dije que eran casi las siete- cuando grados?

-Treinta y cinco- se volvió a quejar- bueno Exequiel ya está amor, no es el fin del mundo.

-Me voy a derretir gorda, voy a quedar pegado al piso- exagero y rode los ojos- que hacemos ahora?

-Quere' un helado?- pregunte acordándome que habíamos comprado la semana pasada una caja de palitos de helados surtidos.

El asintió y como me di cuenta que no pensaba ir a buscarlos fui yo, llegué a la heladera y agarre dos, cuando volví a la sala estaba mi novio sentado con Milo arriba suyo.

-Gracias gorda- me agradecía agarrando el helado y lo empezó a comer, mientras lo hacía miraba para los lados y me daba ternura, ya que parecía un nene chiquito- queres vos también hijo?

Le pregunto al perro y le acercó el helado y el perro del calor que tenía empezó a chupar el helado de mi novio, sonreí enternecida.

Después de una hora más y que la luz no volvía, Exequiel se ponía cada vez más pesado.

-Dios, veni levantate- literalmente lo atrastre del piso hasta que se digno en levantarse.

-A donde vamos?- pregunto sin ganas al ver que nos dirigíamos a la puerta de entrada- tan rápido me queres hechar? 'ta bien que soy molesto pero para un poco.

Dios que pibe jede.

Seguimos caminando hasta las escaleras y las empezamos a subir hasta llegar a la terraza del edificio.

La puerta ya estaba abierta, así que supongo que había gente ya ahí.

En cuanto salimos el viento choco contra nuestras caras, lo cual agradecí, mire al rededor para ver que había. La terraza era grande, habían varias plantas que cuidabamos entre todos, varios asientos para pasar el rato y esas cosas.

Cuando caminamos un poco vimos que varios de nuestros vecinos estaban ahí, como suponía, estaban todos charlando entre sí, los más chiquitos jugaban con una pelota.

-Hola- saludamos en cuanto nos acercamos agarrados de la mano. Las tres señoras que estaban ahí nos saludaron y nos invitaron a sentarnos con ellas.-Como están?

-Bien, ustedes? Sufriendo del calor me supongo- hablo una de ellas, asenti.- si yo tuve que subir por que no lo aguantaba más a Santi, el calor lo vuelve más insoportable.

Reí y volte a ver al nenito de cinco años jugando a la pelota con su vecinito.

-Si Exequiel estaba igual, no lo soportaba yo tampoco- reí junto a ella, cuando mi novio estaba por protestar llego Santi para preguntarle algo.

-Chango! Quere' juga' a la pelota con nosotros?- pregunto emocionado el menor.

Exe sonrió mostrando sus hoyuelos y se levantó para jugar con los dos nenes.

Mi vecina mi invito un terere que estaba tomando, mientras charlábamos miraba de vez en cuando a mi novio divertirse con los nenes y la pelota.

Sinceramente me enternecia mucho el hecho de que el sea feliz con tan poco. Ver su sonrisa jugando al deporte que tanto lo apasiona con unos nenes igual de entusiastas que el, lo era todo.

-Siempre es así Exequiel no?- pregunto una de mis vecinas y le pregunte a que se refería- a que siempre es así de energético?

-Si- sonreí mirándolo, ahora el estaba jugando a los paces con Santi y se lo veía muy contento a la hora de dar el pase, y siempre felicitaba al menor por lo bien que lo hacia- siempre es así con todos.

-Tenes suerte- me dijo de nuevo- ya no hay hombres tan buenos como lo es el, siempre que me ve llegar con la mercadería me ayuda a llevarla a mi departamento- comento.

-Si, es verdad- hablo la madre de Santi- una vez le dije que no llegaba a buscarlo a San al cole y el se ofreció a buscarlo, Santi estaba chocho.

Sonreí al escuchar lo que me decían, eso solamente me hacía ver cada vez las lo buena persona que era mi novio.

-Goooooll- giramos nuestra cabeza al escuchar el grito.

Exequiel lo tenía a upa a Santi mientras saltaba, se ve que estaban jugando y Santi había metido un gol, y bueno Exe, Exe lo celebro como se lo merecia.

-Esos piecitos tiran magia San, sos un genio- lo alentó y el nene estaba rojo por lo que le decía- pa' mi que vo' ya estas listo para entrar a la reserva de Boca, necesitamos tu zurda.

Definitivamente Exequiel era el ser más puro de este mundo, nadie me lo puede negar.