—Sabri, basta.
Agarre las manitos de mi hija, ya que estaba tratando de dormir, pero mi hija lo hacía muy difícil.
Suspire frustrada y agarre a upa a la nena, ya que había empezado a llorar.
—Oh, oh, ¿despertamos a la super mamá?
Alce la mirada y le sonreí a mi pareja.
Exe se acercó a mí y se sento a mi lado, dejo un beso en mi cachete, luego hizo lo mismo con nuestra hija.
—¿Estas bien?— pregunto mirándome.
—Estoy muy cansada— dije sincera.
Vi como mi pareja hizo una mueca, pasó su lengua por su labio superior y se estiro a su lado de la cama, en la mesita de noche, abrió el cajón y sacó algo.
Yo estaba mirando hacia abajo, mirando a la nena, que estaba tomando la teta.
Eso hasta que veo como Exequiel me mostraba unos pedazos de papel, frunci el ceño y lo mire.
—Agarra— dijo mirándome.
Yo tome con mi mano libre y leí lo que decía, mire a exe con la boca abierta, el me sonrio.
—Tu sueño siempre fue que te lleve a París— me miro contento, con ese brillo tan característico en el —y hoy lo podemos cumplir y no solos, nuestra hija con nosotros.
Mire con los ojos llorosos a mi novio, no podía ser tan perfecto este pibe.
—¿Estas feliz?
Solo asentí y me acerque para abrazarlo, el rodeo con una mano mi cuerpo.
—¿Para cuando es esto?— pregunte una vez me recupere.
—Pasado mañana— respondió y yo asentí —tengo todo fríamente calculado ¿viste?
Yo asenti, había sacado estos pasajes justo la fecha de mis vacaciones.
[...]
—Bri, porfa callate hija— le pedía entre susurros a mi hija en brazos —exe ayúdame.
Era de noche, estábamos en el avión y la nena no dejaba de llorar, no quería molestar a los demás pasajeros.
—Damela— le estire a la nena y el le sonrio —ya 'ta hija, papi esta acá, shh, muy bien, te portas muy bien.
Yo aun no podía entender como mi pareja tenía esa cualidad para que nuestra hija se tranquilice con solo verlo.
Tal vez sea dan de Zeballos.
Tampoco la culparia en ese caso.
—Vos dormí amor, yo me quedo mirándola— me dijo y yo asentí.
Cerre mis ojos y me quedé dormida a los pocos segundos.
—Dale Bri, decile 'mamá arriba', llámala.
Escuche la voz de mi pareja y abrí lentamente los ojos.
La sonreí a Exe y a la beba, esta última estiro sus bracitos y yo la alce.
—¿Falta mucho?— le pregunte al chico.
—Quince minutos como mucho— dijo y yo asentí.
Pasado un rato nos avisaron que ya íbamos a aterrizar.
Alce a mi nena y miraba a mi al rededor, le señalaba a mi hija todo lo que veía y ella empezó a inquietarse.
—¿Vamos?— sentí los brazos de mi pareja rodearme y su voz en mi oido.
Fuimos hasta el hotel, se veía muy lujoso, sonrei y entramos.
—¿Te gusta?— pregunto mi novio.
Agarro a la nena y yo me tire en la cama, escuché a lo lejos la risa del chico.
—Hoy ponete más hermosa de lo que sos mi amor— lo escuche decir —y vos también mi vida, mi princesa.
Me enderece y el contrario se sento en la punta de la cama, yo me acerque.
—¿A donde vamos?— le pregunte.
—A cenar, los tres juntitos— dijo y yo asentí.
—¿Puedo dormir un rato? No pude dormir bien en el avión— dije refregandome la nuca, el chico asintió.
—Yo me voy a quedar por acá con Sabri.
—¿No queres por ahí a pasear?— le pregunte.
El nego —no, vinimos acá los tres, así que te espero, te esperamos— se corrigió mirando a la menor.
Me levante y lo primero que hice fue ir bañarme, me puse un vestido y me empeze a maquillar.
Exe dijo que íbamos a cenar a un restaurante al aire libre, asi que mi vestido era mas de verano, pero no perdia su toque de elegancia.
—Ayy, para que enamoro— lo mire a través del espejo, estaba acostado en la cama.
Yo me reí y me levante para buscar algo para ponerle a mi hija.
—¿Te vas a bañar?— le pregunte y el asintió levantándose.
Se metió al baño de la habitación y yo agarre a la bebe, que estaba durmiendo en su cuna, Exequiel habia hablado con los del hotel para que nos pongan una cuna en la habitación.
Había pensado en todo.
Le puse un vestidito de verano blanco, que hacía juego con el vestido que yo traía.
—¿Te ponemo' un moñito?— le pregunte con voz de bebe, agarrando el moño blanco.
Ella empezó a balbucear distintas cosas.
Últimamente hacía mucho eso, y apuesto todo lo que quieran a que va a ser igual de habladora que Exequiel, así que no me sorprendería que en cualquier momento diga su primera palabra.
—¿Ya están las chicas más hermosas de todo el mundo?— hablo Exequiel saliendo del baño, ya cambiado.
Se estaba abrochado su camisa, se dejó los últimos botones abiertos, yo lo mire y me mordi el labio.
El se acercó a mí, sonriendo, pasó su mano por mi cintura.
—Mira, si no tuviéramos ya la recervación, sabes lo que te hago, acá mismo.
Yo me reí —Exe, esta la nena— dije divertida, fingiendo que le tapaba la oreja.
Me miro divertido y agarro mi mano, para salir del hotel.
—Este fue el que más me gusto— mencionó una vez llegamos al restaurante, mirando al rededor.
Por suerte la noche era estrellada, eran muy lindas vistas.
—Me gusta— admiti.
Mire a delante y agarre del platito de comida de mi hija, que estaba sentada en su sillita de bebe.
—Muchas gracias por esto Exe— dije y el me miro sin entender —por todo, por el viaje, por, por, ella— mire a nuestra hija —y por estar conmigo.
El me sonrio sincero.
—A vos te tendría que agradecer— dijo —este viaje es especial, y va a ser el más especial de todos los viajes que hicimos y que vamos a hacer.
Lo mire frunciendo el ceño.
—¿Que queres hacer Exequiel?
—¿Yo? Nada— se hizo el desentendido.
—Te conozco, me estas ocultando algo— el se río —espero que sea algo bueno.
—Yo también lo espero.
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Llamar tu atención | Exequiel Zeballos
Hayran KurguYo solo tenia una intención, solo quería que me firmes la remera, todo lo que paso después no estaba en mis planes, pero aun así no me arrepiento de nada, después de todo solo quería. Llamar tu atención. Iniciado: 25-01-23 Publicado: 10-02-23