Salida

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-Y después que paso?

-Na, le dije que me preocupaba por mi y que quería llegar viva a casa- le conté lo que paso, ella terminó de pintar sus uñas y me miro.

-Pa' mi hiciste bien, que sepa que no te puede ilusionar así de facil- asentí volviendo a mi celular.

Eran como las seis de la tarde y con María estábamos tomando mate mientras le contaba lo que había pasado anoche con Exequiel.

-Te volvió a hablar?- me pregunto cebando el mate y yo asentí.

-Si le pedí que me avise cuando llegue a su casa y me mando- me encoji de hombros y ella se quejo- que?

-O queres hacerte la que no me importas ni vos, ni nadie, solo yo, o te preocupas por el Zoe, no podes las dos cosas.

-Bue, no puedo querer me a mi misma y preocuparme por el al mismo tiempo?- ella negó.- quien te entiende.

Seguimos conversando por un rato más, Maria me daba "consejos", pero la verdad dudo usarlos, la quiero y aprecio que se preocupe por mi, pero ella y yo pensamos muy diferente.

-Me llego un mensaje del Chango- dije y ella me miro- dice que si quiero ir a tomar algo con el.- leí y agarre el celular para desbloquearlo- le voy a decir que estoy ocupada.

-No, anda- me pidió mientras agarraba el teléfono la mire- si es por mi, ni te preocupes eh, la verdad me pone feliz que salgas con alguien, aun que sea el negro feo del Chango. Anda.

-Segura?- asintió, le dije que si a Exequiel. El rápido me contesto y me dijo que en media hora me venia a buscar.

Me prepare, Maria se fue a su casa. Paso la media hora y me sorprendí que Exequiel estaba ahí.

-No sabia que eras tan puntual- dije abriendo la puerta para darle un beso en el cachete, el me sonrió y nos dirigimos a su auto.

-Tengo que dar una buena impresión no?- respondió poniendo en marcha el auto.

-A quien?- pregunte divertida.

-A vos.

Negue con la cabeza y espere a que empesara a conducir. El me dio su teléfono con el Spotify abierto, me dijo que ponga yo la música.

-Oh, wow, es un honor que Exequiel Zeballos me de su teléfono para poner música, me siento alagada- dije sarcásticamente, el solo río.

-Deberías che, no soy de darle mi celular a nadie- comento mirando hacia adelante- y menos que elija la música, cuando yo manejo, yo pongo música, sentire alagada amor.

Negué y seguí buscando algo para poner desde el celu del Chango.

Cuando me decidí busque donde poner el celular, ya que no se lo podía dar al dueño, por que el estaba muy atento manejando, suspire y solamente lo deje arriba de mi muslo.

Exequiel me hablaba de lo que había hecho hoy, yo miraba por la ventana mientras asentía de vez en cuando, estaba empezando a oscurecer, lo que era bueno, aunque sean como las seis de la tarde recién.

Sentí una vibración en mi muslo izquierdo, mire a Exequiel y este seguía en la suya, mire hacia el celular y tenia una notificación.

-Me llego un mensaje?- pregunto y yo asentí, te fijas quien es?

-Cual es la contraseña?

-No tiene- abri los ojos- que?

-Como no vas a tener contraseña Exequiel?

-Pero que tiene?

-Y si alguien indebido agarra tu celu y hace cagadas que te terminan comprometiendo a vos? Vos estas loco- negué mientras desbloqueaba el teléfono, efectivamente no tenia contraseña.

-Es que no tengo nada interesante ahí, además, nadie toca mi celular, ademas- volvió a recalcar- siempre me olvido las contraseñas. - dijo y reí.- enserió, creo que la única que me se es la de instagram, otra no.

-Y cual es? Para que siempre la recuerdes?

-Como me queres mirar el insta mirate- dijo divertido- las calladitas son las peores- le pegue en el hombro y el siguió- na, es... Es... Cual era?

-Te estas tratando de safar miraa.

-No, creo que es algo así como Chango Xeneize uno, dos, tres, ahora no me acuerdo bien pero así era. Todo junto- aclaro y yo reí otra vez.

-Deberías anotar tus contraseñas en una libreta o algo- el asintió, seguimos el camino sin volver a hablar.

-Llegamos- aparco el auto y bajamos.

-Un riachuelo?- pregunte mirando al rededor.

-Fuaaa, no ves que es un río amor?- dijo sacando del baúl su set de mate y dos sillas reposeras, yo agarre el mate y camine atrás de él a buscar un lugar.

-No me digas amor, no soy tu amor- le dije y el me miro ofendido.

-Que ortiva que sos nena, uno intenta ser cariñoso y vos, todo mal- dijo negando, paramos en el medio del pasto y el abrió las sillas mirando al río. 

Estábamos en invierno, así que no había casi gente, pero igualmente Exequiel llevaba una gorra y anteojos de sol, además de su conjunto de Boca.

-Sos el único boludo al que se le ocurre venir a un río en esta época del año, que flashaste verano?- me burle y el se sento.

-Buenoooo, primera cita, ando nervioso.

Lo mire sin entender- primera cita?- pregunte y el asintió sacando el mate para empezar a cebar.- no es primera cita nene.

-Por?- pregunto tomando de la bombilla.

-Porque vos tenes novia- dijo con simpleza y el se puso a toser, me asuste y golpe un poco su espalda, hasta que se calmo.

-No tengo novia, que flasheas?- dijo frunciendo el ceño, no me gusto como me respondió, pero preferí dejarlo pasar.

-Y Noe? No estas con ella como desde hace años?- pregunte incrédula, el agarro el mate y me lo paso, se veía nervioso.

-Lo mío con Noe termino ya- dijo y yo me sentí avergonzada, la había cagado.

-Uy, perdón Exe, no sabía- dije arrepentida y el agarro el mate con una sonrisa.

-Tranqui, ya paso, esa etapa termino y yo ahora quiero probar algo nuevo- dijo mirándome, yo me puse nerviosa.- obvio solo si queres.

Solo me limite a mirarlo con una sonrisa, el también me sonrió, eran de esos momentos en los que una mirada era más que suficiente.

Cuando terminamos dos termos de mates recién nos dignamos a irnos, subimos al auto de Exequiel y me llevó a mi casa.

Llamar tu atención | Exequiel ZeballosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora